NACIONAL.- Ignacio Sánchez abordó el escenario que enfrenta la iglesia católica chilena con las denuncias de las víctimas
recopiladas por el Vaticano, los errores asumidos por el Papa y las acciones que este tomará para depurarla y evitar que se sigan cometiendo abusos y encubrimientos.
“Creo que aquellos que tengan participación digamos, porque no fueron activos en las denuncias sino porque no hicieron lo que tenían que hacer, tendrán que reconocer sus propios errores y decir, por el bien de la iglesia, de los fieles, ‘doy un paso al costado’”, sentenció el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez.
En entrevista con radio Infinita, la máxima autoridad de la casa de estudios afiliada a la institución eclesiástica fue consultada respecto al escenario que enfrenta la iglesia tras el mea culpa del Papa Francisco con su carta, la citación de los 32 obispos chilenos a Roma y las entrevistas personales que sostendrá este fin de semana con los primeros denunciantes de los abusos de Fernando Karadima.
Sobre esos gestos, Sánchez subrayó que “creo que son ejemplos y modelos de seguimiento para todos nosotros muy claros. Que el Papa les diga voy a escucharlos lo que sea necesario es un gesto muy grande aunque sea tarde, porque en realidad todos tenemos que reconocer que nos caemos y nos levantamos todos los días y, lo importante, es reconocer los errores y creo que él ha dado gestos de eso”.
También hizo hincapié en que qué es lo que finalmente ocurrirá con los presbíteros de la Conferencia Episcopal citados para el mes de mayo a la Santa Sede, subrayando que sin contar a aquellos que por edad deberán retirarse de la instancia, “creo que las expectativas de todos los cristianos tienen que estar en el contexto de una renovación que, probablemente, no va a ser de la noche a la mañana”.
Requerido en cuanto a si los sindicados como cómplices o encubridores del expárroco de El Bosque deberían renunciar, como se ha acusado al obispo de Osorno, Juan Barros, el rector de la UC respondió: “por supuesto que sí”.
“Nosotros hemos dicho que cuando una autoridad eclesiástica y no eclesiástica, está entorpeciendo una vida de comunidad, lo lógico es dar un paso al costado por el desarrollo de esa comunidad, y creo que en el caso del obispo Barros me parece que esa es la situación”, apuntó.
Explicó su posición en que “hay una diócesis, una comunidad que durante años ha sufrido algo grande y me parece que hay que anteponer la comunidad a los intereses personales, por lo tanto, me parece que ese gesto se está esperando desde hace un tiempo”.