Durante el fin de semana el canciller Muñoz y exministro Insulza llamaron a los expresidentes.
Fue durante un viaje a Washington,
EE.UU., realizado entre fines de marzo y la primera semana de abril de
este año, en que la Presidenta Michelle Bachelet decidió demandar a
Bolivia por el río Silala.
En esos días, la Jefa de Estado había
viajado para participar de la IV Cumbre de Seguridad Nuclear, acompañada
por el ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz.
Sin embargo, en medio de la cita, la
Presidenta aprovechó de reunirse con un grupo reducido de asesores,
donde se definió el camino, que recién fue anunciado públicamente ayer,
dice un personero de la Cancillería chilena.
La decisión —adoptada días después de
que el Presidente boliviano, Evo Morales, visitara la zona de origen del
río en su territorio— se manejó con sigilo. La idea era no alertar al
gobierno de Morales y apostar a una acción inédita de la diplomacia
chilena en los últimos años: pasar a la ofensiva en una controversia con
un país limítrofe.
Para ello, se decidió reforzar los
estudios técnicos y jurídicos que finalmente darán sustento a la
presentación chilena ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Sin embargo, la medida requería contar, además, con el apoyo cerrado de
las principales fuerzas políticas.
Gestiones de Muñoz e Insulza
Ya resuelto el escenario técnico jurídico, la Cancillería dio paso a la fase política. Y desde el viernes que la Cancillería comenzó a socializar entre figuras políticas el anuncio.
Ya resuelto el escenario técnico jurídico, la Cancillería dio paso a la fase política. Y desde el viernes que la Cancillería comenzó a socializar entre figuras políticas el anuncio.
Los primeros contactados fueron los
expresidentes Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Ricardo Lagos Escobar y Sebastián
Piñera Echeñique, quienes minutos después del anuncio, emitieron una
declaración. "Como exjefes de Estado de la República de Chile, apoyamos
firmemente esta demanda", comienza el segundo párrafo de la declaración.
A nombre de la Presidenta, fue Heraldo
Muñoz, el que avisó por teléfono a los exmandatarios, quienes ya desde
mayo de 2014 —cuando Chile decidió impugnar la competencia de La Haya
frente a la demanda marítima boliviana—, habían acordado actuar unidos
frente a toda arremetida de La Paz. Por lo tanto, este escenario
judicial paralelo sobre el río Silala, no era un tema desconocido para
los exgobernantes.
En estas gestiones también colaboró el
exministro José Miguel Insulza, agente chileno frente a la demanda
boliviana, dicen dos personas que supieron de las gestiones durante el
fin de semana.
Además, el domingo en la tarde el
ministro Muñoz invitó a su casa a todos los excancilleres para
comunicarles la decisión. Los extitulares de RR.EE. también dieron una
rápida declaración de apoyo, una vez oficializada la demanda. "Apoyamos
decidamente la demanda", dice el texto de los excancilleres.
Casi al mismo tiempo en que la
Cancillería daba el anuncio, la designada agente chilena para el caso,
Ximena Fuentes, quien viajó a los Países Bajos el viernes pasado,
presentó el escrito inicial ante la Corte de La Haya para dar comienzo
al proceso.
Por M. Arce y J. M. Wilson