¿Le afectará el estrés de La Roja?
A los 18 años un choque brutal con un arquero lo dejó sin el órgano.
"Cualquier persona puede funcionar con un 25 a 30 por ciento de capacidad de sus riñones".
"La dieta es fundamental. Debe evitar el exceso de grasas. Adiós asados".
La historia es la siguiente.
Juan Antonio Pizzi tenía 18 años y jugaba en las inferiores de Rosario Central de Argentina. Uno de sus compañeros centró el balón para que el ahora técnico de la Selección Chilena fuera a cabecear en el área rival. Obviamente, el arquero iba a impedirlo, y lo hizo. Saltó junto a Pizzi y ambos chocaron en el aire. El ex delantero del Barcelona cayó y perdió el conocimiento.
Juan Antonio Pizzi tenía 18 años y jugaba en las inferiores de Rosario Central de Argentina. Uno de sus compañeros centró el balón para que el ahora técnico de la Selección Chilena fuera a cabecear en el área rival. Obviamente, el arquero iba a impedirlo, y lo hizo. Saltó junto a Pizzi y ambos chocaron en el aire. El ex delantero del Barcelona cayó y perdió el conocimiento.
Al reaccionar a los pocos minutos, quiso volver a jugar, pero un mareo se lo impidió. Pizzi se fue a los vestuarios. Orinó sangre. La cosa era seria: una costilla le había perforado el riñón.
Busca otro deporte, le dijo el nefrólogo. Pero no lo hizo. Siguió en el fútbol. Buscó más opiniones y fueron alentadoras. Si tienes problemas al riñón, te lo sacamos y se acabó el asunto, le dijeron. Sonaba lógico. Aceptó, y desde 1986 vive con uno solo de esos órganos y, según ha contado en más de alguna oportunidad, jamás ha tenido problemas ni dentro ni fuera de la cancha.
Por esas cosas de la vida...
Claro que este hecho curioso no se compara con lo que le ocurrió cuatro años después cuando el Toluca mexicano se interesó en ficharlo.
Con miedo, Pizzi le confesó al presidente del club que le faltaba un riñón. Este, lejos de mostrar indeferencia, le comentó que su hijo también tenía la misma condición y jamás había sufrido algún problema. Pizzi respiró aliviado y la venta se concretó.
Claro que este hecho curioso no se compara con lo que le ocurrió cuatro años después cuando el Toluca mexicano se interesó en ficharlo.
Con miedo, Pizzi le confesó al presidente del club que le faltaba un riñón. Este, lejos de mostrar indeferencia, le comentó que su hijo también tenía la misma condición y jamás había sufrido algún problema. Pizzi respiró aliviado y la venta se concretó.
Y por esas curiosidades de la vida, la historia se repitió en su segunda salida al extranjero. En 1991 el Tenerife de España se interesó en los goles del argentino. Otra vez Pizzi con temor debió contarle la verdad a la máxima autoridad del club, Javier Pérez, el cual al escucharla se largó a reír. Sorpresa: el presidente también tenía un solo riñón.
¿Pero qué pasa cuando aquella condición se mezcla con altos niveles de presión y tensión como las que puede generar el cargo de entrenador de La Roja? ¿Tiene que ver el estrés con la falla de órganos como el riñón?
Fruta, verdura y líquido
Enrique Reynolds, nefrólogo de la Clínica Alemana, aclara que hasta los 35 años un riñón que quedó solo en el organismo puede aumentar su capacidad de funcionamiento debido a la falta del otro.
Enrique Reynolds, nefrólogo de la Clínica Alemana, aclara que hasta los 35 años un riñón que quedó solo en el organismo puede aumentar su capacidad de funcionamiento debido a la falta del otro.
"Cualquier persona puede funcionar bastante bien con un 25 a 30 por ciento de capacidad de sus riñones. Es más, ni siquiera sentirá alguna molestia. Si el porcentaje es menor, puede haber problemas. Los más comunes son la hipertensión arterial y la presión alta", comenta.
Reynolds agrega que el estrés que pueda ocasionarle la exposición pública que conlleva el cargo de seleccionador nacional es "netamente psicológico, y no debiera manifestarse en molestias físicas en la zona del riñón".
"Le recomiendo únicamente, aunque ya lo debe saber de sobra, ser muy cuidadoso con su dieta, porque esta tiene directa relación con la presión arterial. Evitar el exceso de sal y tomar al menos dos litros de agua al día".
Marcela Ursu, nefróloga de la Clínica Dávila, coincide: "La dieta es fundamental. Debe evitar el exceso de grasas. Adiós asados. Comer mucha fruta, verdura y tomar harto líquido.
"Si es que fuma —añade—, que deje de hacerlo. El tabaco no sólo afecta a los pulmones, sino que puede traer riesgos sanguíneos a la microvasculatura renal".
Y concluye: "A todos los que pierden un riñón se les recomienda al manos ser evaluados una vez al año, para saber si es necesaria la utilización de fármacos.
Aunque si logró todo lo que logró en el alto rendimiento, debe tener un buen nefrólogo hace mucho".
Por Javier García y Agustín Villaseca