La protagonista de la película de Nicolás López se pone el modo #SinFiltro para hablar del estrés y los "abusivos" partos en Chile.
Si usted es activo en redes sociales, es probable que, durante las últimas dos semanas, Paz Bascuñan le haya aparecido una y otra vez. Ella protagoniza "Sin Filtro", la nueva película de Nicolás López cuya campaña la rompió anunciando el hashtag #DíaNacionalsinFiltro y "El día de furia de Paz Bascuñan". En el video, que es un hit en YouTube, ella se queja de que cayó en la trampa del consumismo de Halloween, la Navidad y su constante preocupación por lo que viene; el uniforme de los niños e incluso la carne que debe comprar para el próximo 18 de septiembre.
En la cinta, que se estrena el 7 de enero, la actriz interpreta a una mujer que aguanta —a punta de un cóctel de psicotrópicos— los abusos de su jefe, pololo, hijastro, amigas y automovilistas furiosos. Hasta que un día, tras un misterioso tratamiento chino, se libera. Sin límites.
Paz —sentada en un gran sillón blanco en medio del living de su casa— cuenta que no ha tenido, en la vida real, un día de furia como su personaje. Tampoco se desahoga en redes sociales. De hecho, cree que son "una hoguera de frustración". Lo de ella más bien es "levantarse punky".
—¿Qué es levantarse punky?
—Enojada, con actitud "panketa", en las palabras, pero nada grave. Nunca lo llevo al acto. Con suerte habré pateado una mesa, alguna vez.
—¿Esta entrevista la concedes con o sin filtro?
—Sin filtro. No hay problema. Soy libre de responder o no.
—Entonces, hay filtro.
—Reconozco que los chilenos tenemos un problema con decir las cosas directamente. Tampoco soy libre de eso. He ganado libertad, pero esta es mi cultura. Nos ofendemos cuando nos hablan sin adornos, ni eufemismos.
—¿Podrías comentar el caso de Vicuña, por ejemplo?
—No hablo de eso.
Corruptos y envidiosas
—Parafraseando la película, ¿a quién mandarías a la mierda hoy?
—Me costó hacer ese video donde el casting se desahoga. No me gusta tirar mierda con ventilador. Voy por la honestidad, que es diferente. Lo que hago es mandar a la mierda eso de decir que todo está mal, que todos los empresarios son ladrones, que los políticos son corruptos, que las mujeres son envidiosas y los hombres maltratadores. No, gracias, no quiero ser parte de eso.
—Vienes de una familia de políticos. Este año estalló, como nunca, la rabia contra ellos. ¿Qué te pasa con eso?
—Es triste. Antes, sentíamos que en Chile funcionábamos un poco mejor, que la corrupción no era como en otros países. Resultó que no es así. Lo valioso es que las cosas salgan a la luz. No tengo problema con eso.
—¿Algún político que mandarías a volar?
—Yo he aprendido a opinar cuando tengo información. La gente hoy peca de no informarse para tirar mierda. Esta moda no es rigurosa. No quiero ser parte.
—¿Ante qué situación eliminas totalmente tus filtros?
—El machismo hace que me aflore una furia azteca. Lo que más me da rabia es cómo parimos en Chile. Leí de mujeres que en trabajo de parto tenían que aguantar filas de alumnos en práctica que llegaban para hacerles tacto. Abusivo, es un maltrato, machismo puro. Las mujeres somos muy buenas para acatar y ser sumisas ¡Basta! Al parir, el doctor es el que está sentadito, tranquilo. La mujer incómoda, en contra de la gravedad. ¡Me da rabia!
En la cinta, que se estrena el 7 de enero, la actriz interpreta a una mujer que aguanta —a punta de un cóctel de psicotrópicos— los abusos de su jefe, pololo, hijastro, amigas y automovilistas furiosos. Hasta que un día, tras un misterioso tratamiento chino, se libera. Sin límites.
Paz —sentada en un gran sillón blanco en medio del living de su casa— cuenta que no ha tenido, en la vida real, un día de furia como su personaje. Tampoco se desahoga en redes sociales. De hecho, cree que son "una hoguera de frustración". Lo de ella más bien es "levantarse punky".
—¿Qué es levantarse punky?
—Enojada, con actitud "panketa", en las palabras, pero nada grave. Nunca lo llevo al acto. Con suerte habré pateado una mesa, alguna vez.
—¿Esta entrevista la concedes con o sin filtro?
—Sin filtro. No hay problema. Soy libre de responder o no.
—Entonces, hay filtro.
—Reconozco que los chilenos tenemos un problema con decir las cosas directamente. Tampoco soy libre de eso. He ganado libertad, pero esta es mi cultura. Nos ofendemos cuando nos hablan sin adornos, ni eufemismos.
—¿Podrías comentar el caso de Vicuña, por ejemplo?
—No hablo de eso.
Corruptos y envidiosas
—Parafraseando la película, ¿a quién mandarías a la mierda hoy?
—Me costó hacer ese video donde el casting se desahoga. No me gusta tirar mierda con ventilador. Voy por la honestidad, que es diferente. Lo que hago es mandar a la mierda eso de decir que todo está mal, que todos los empresarios son ladrones, que los políticos son corruptos, que las mujeres son envidiosas y los hombres maltratadores. No, gracias, no quiero ser parte de eso.
—Vienes de una familia de políticos. Este año estalló, como nunca, la rabia contra ellos. ¿Qué te pasa con eso?
—Es triste. Antes, sentíamos que en Chile funcionábamos un poco mejor, que la corrupción no era como en otros países. Resultó que no es así. Lo valioso es que las cosas salgan a la luz. No tengo problema con eso.
—¿Algún político que mandarías a volar?
—Yo he aprendido a opinar cuando tengo información. La gente hoy peca de no informarse para tirar mierda. Esta moda no es rigurosa. No quiero ser parte.
—¿Ante qué situación eliminas totalmente tus filtros?
—El machismo hace que me aflore una furia azteca. Lo que más me da rabia es cómo parimos en Chile. Leí de mujeres que en trabajo de parto tenían que aguantar filas de alumnos en práctica que llegaban para hacerles tacto. Abusivo, es un maltrato, machismo puro. Las mujeres somos muy buenas para acatar y ser sumisas ¡Basta! Al parir, el doctor es el que está sentadito, tranquilo. La mujer incómoda, en contra de la gravedad. ¡Me da rabia!
—A veces las personas "sin filtro" resultan ineptas emocionalmente.
—Te respondo con la película: Una mujer llega a un punto en que es tanto todo lo que ha aguantado, que va a explotar. Muchas tenemos una bomba adentro por la incapacidad de ir drenando. No hay que aguantar abusos, desamores y maltratos. Nos veo sobreexigidas, con relaciones amorosas pobres, maltrato en el trabajo y con una infelicidad tremenda.
—Tú, ¿cómo "drenas"?
—Hablando, un hábito mágico.
—¿A quién le hablas con libertad?
—Amigas, pareja y familia. Con ellos a hablar de los asuntos del alma.
—Dijiste en Cooperativa que ser sin filtro tiene costos, ¿cuáles pagaste?
—No quiero entrar en detalles, pero he perdido amigas porque no resistieron mi verdad sin filtro.
"La gente enchufada al teléfono me violenta"
En una entrevista en Radio U. de Chile, el psiquiatra Rodrigo Paz aseguró que 1 de cada 3 santiaguinos se declara altamente estresado, que atravesamos "por una gravísima crisis de salud mental, inédita en occidente". Pía, el personaje de Paz, se enfrenta, a esa furia que se ve en la oficina, amor, familia, calle.
—¿Cuál de esos escenarios te ha afectado a ti en la vida real?
—El estrés de la calle: Mucha agresividad, rabia. La gente enchufada al teléfono también me violenta.
—Dame un ejemplo real.
—Cuando Nicolás López viene a mi casa le digo: "Te prohíbo que veas el teléfono o te vas". Pero esas relaciones son las que más atesoro y quiero. No están cruzadas por el miedo.
—En YouTube dices que te da rabia que todos piensen que los actores se creen la muerte. ¿Acaso no es así?
—Sí, a veces.
—¿Y tú?
—Sí, bastante (guiña un ojo).
—Te respondo con la película: Una mujer llega a un punto en que es tanto todo lo que ha aguantado, que va a explotar. Muchas tenemos una bomba adentro por la incapacidad de ir drenando. No hay que aguantar abusos, desamores y maltratos. Nos veo sobreexigidas, con relaciones amorosas pobres, maltrato en el trabajo y con una infelicidad tremenda.
—Tú, ¿cómo "drenas"?
—Hablando, un hábito mágico.
—¿A quién le hablas con libertad?
—Amigas, pareja y familia. Con ellos a hablar de los asuntos del alma.
—Dijiste en Cooperativa que ser sin filtro tiene costos, ¿cuáles pagaste?
—No quiero entrar en detalles, pero he perdido amigas porque no resistieron mi verdad sin filtro.
"La gente enchufada al teléfono me violenta"
En una entrevista en Radio U. de Chile, el psiquiatra Rodrigo Paz aseguró que 1 de cada 3 santiaguinos se declara altamente estresado, que atravesamos "por una gravísima crisis de salud mental, inédita en occidente". Pía, el personaje de Paz, se enfrenta, a esa furia que se ve en la oficina, amor, familia, calle.
—¿Cuál de esos escenarios te ha afectado a ti en la vida real?
—El estrés de la calle: Mucha agresividad, rabia. La gente enchufada al teléfono también me violenta.
—Dame un ejemplo real.
—Cuando Nicolás López viene a mi casa le digo: "Te prohíbo que veas el teléfono o te vas". Pero esas relaciones son las que más atesoro y quiero. No están cruzadas por el miedo.
—En YouTube dices que te da rabia que todos piensen que los actores se creen la muerte. ¿Acaso no es así?
—Sí, a veces.
—¿Y tú?
—Sí, bastante (guiña un ojo).
Por Catalina Cabello