El ascendente poder de Uriarte y su mala relación con Burgos

La abogada representa la voz de la Presidenta ante ministros y parlamentarios. Es apuntada como la responsable de la exclusión del ministro.

En la Nueva Mayoría para nadie es un misterio que la jefa de gabinete de la Presidenta Michelle Bachelet, Ana Lya Uriarte, nunca ha tenido una relación fluida con el ministro del Interior, Jorge Burgos. La mejor muestra de ello, recuerdan en el bloque, fue lo sucedido en octubre con la fallida designación del abogado Enrique Rajevic como contralor. En esa oportunidad, Uriarte conversó con varios parlamentarios oficialistas donde admitió su molestia con el ex diputado DC, por no haber socializado la opción del jurista con el Parlamento antes de su designación. Fue en esos días que Burgos mencionó por primera vez y en privado, tener disposición a renunciar al cargo producto del mismo tema.
Pero la distancia entre ambos viene de desde hace más tiempo. De hecho, sus roces comenzaron a solo un mes de que el secretario de Estado llegara a La Moneda.
En junio pasado, el propio Burgos decía a sus cercanos tener diferencias con la forma en que se enfrentó -bajo el diseño de Uriarte-, la polémica generada por el período de precampaña de Bachelet. Esto, luego de que se acusara a su ex ministro Rodrigo Peñailillo, de desarrollar actividades económicas para su candidatura antes del plazo establecido por ley. En ese mismo mes trascendieron también diferencias entre ambos por el nombramiento de nuevos intendentes, situación que incluso obligó a ambos a desmentir trascendidos de prensa.
En la DC admiten que lo que más incomoda a Burgos es el creciente poder de la abogada, quien lidera no solo la agenda de la Mandataria, sino que además, desde su llegada a La Moneda en julio del año pasado, ha estrechado una relación muy cercana con Bachelet.
Fue Uriarte quien apoyó a la Mandataria y diseñó una estrategia para enfrentar el caso Caval, quien la contuvo emocionalmente por la salida de su hijo Sebastián Dávalos del gobierno y hoy es quien representa la voz de la Presidenta entre los ministros, parlamentarios oficialistas y de oposición.
Uriarte, militante socialista y perteneciente a la corriente de la Nueva Izquierda (liderada por Camilo Escalona), maneja a tal punto todas las definiciones del Segundo Piso de La Moneda, que su gestión llegó a incomodar a a la ex ministra de Vivienda, Patricia Poblete, quien dejó esta semana el cargo de coordinadora de seguimiento de políticas públicas del Gobierno. En el entorno de Poblete explican que el excesivo secretismo de Uriarte y su grupo cercano -compuesto por el director de políticas públicas, Pedro Güell y la jefa de comunicaciones, Haydeé Rojas-, terminó por excluirla de la gestión del Ejecutivo.
Además, Uriarte mantiene una relación muy cercana con el subsecretario del Interior, Mauhmud Aleuy, quien también tiene llegada con la Presidenta y prácticamente no se relaciona con Burgos desde el incidente del paro de camioneros. En Palacio afirman que el subsecretario y la jefa de gabinete se coordinan en los análisis políticos y tomas de decisiones. Tanto así, que varios consideran "imposible" que Aleuy no se haya enterado del polémico viaje de Bachelet a La Araucanía antes que el ex parlamentario.
Mariajosé Soto P.

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