La Punilla en hora de definiciones


Ahora  se empieza hablar  del tema social y el agua para los pequeños productores
Sectores público y privado están de acuerdo en que debe primar un enfoque social, pero hay muchos temas que afinar.
Atrás quedó una etapa del proyecto de embalse La Punilla, con el llamado a licitación, una obra concesionada que dará riego a 70 mil hectáreas. Ahora se inicia una nueva, que consiste en determinar cómo se incorporarán al sistema nuevos regantes. Los actuales, sobre todo, los más pequeños, cancelarán el costo que implica pasar de un riego de baja seguridad a otro que garantiza un 85%.
Para ello, los servicios públicos como la Dirección General de Aguas, la Dirección de Obras Hidráulicas, la Seremi de Agricultura, Indap y otros, se reunirán este martes, para poner todos los antecedentes sobre la mesa y comenzar a realizar un trabajo de definiciones y determinación de las disponibilidades de agua por sectores.
Paralelamente, la Junta de Vigilancia, encabezada por su presidenta, Margarita Letelier, se reunirá en Santiago con el ministro de Agricultura, Carlos Furche, y el director nacional del Indap, Octavio Sotomayor, para buscar una fórmula en que los pequeños regantes puedan contar con apoyo estatal para acceder a los derechos de agua mejorados, conforme al modelo de negocio diseñado participativamente.
Los regantes van con planteamientos claros que ya se hicieron al ministro en su reciente visita a San Carlos, y lo medular es una solicitud de instrumentos para desarrollo de infraestructura de riego y fortalecimiento de las organizaciones de regantes que impulsa la CNR, pero “enfocados específicamente en nuestra cuenca, a objeto de estar preparados cuando nuestros canales reciban el caudal regado del embalse”, señaló entonces Letelier, agregando que “le solicitamos concursos especiales para el desarrollo de infraestructura de riego en la red de canales del río Ñuble”.
Otro de los temas clave, también expresado en la oportunidad, es que “según la planificación, en los próximos 8 años que durará la construcción y suscripción de acciones con el MOP, el Ministerio de Agricultura será una unidad estratégica para el éxito de este proyecto, especialmente para los pequeños agricultores. Por eso es que también hoy le solicitamos un apoyo directo de Indap a los pequeños regantes, apoyando la compra de acciones de los pequeños agricultores con subsidios de 85%, para alcanzar los niveles de subvención que se han visto en otros embalses implementados por el Estado”.
En este punto, según explicó Martín Arrau, de la Junta de Vigilancia del río Ñuble, no sólo se están refiriendo a “pequeños agricultores” de acuerdo a la definición que hace el Gobierno respecto a los potenciales usuarios de Indap (aquellos que explotan una superficie no superior a las 12 hectáreas de riego básico, cuyos activos no superen las 3.500 UF), sino que a un espectro más amplio de pequeños propietarios.
En todo caso, de acuerdo al modelo de negocio presentado a los regantes, en el momento que se suscribieron los compromisos para la compra de estos títulos en 2013, el monto a pagar por las acciones Tipo A (que se venderá a prorrata de las actuales acciones del río Ñuble y que son un total de 21.221), es de 52 UF si lo hace en una sola vez, que se desglosa en 2 UF de pago único por acción y 50 UF por el servicio de regulación de las aguas mientras dure la concesión.
Estas cifras justifican lo que está solicitando la Junta de Vigilancia, sobre todo, en el caso de los pequeños productores, que requerirán un tiempo razonable para que se comiencen a notar incrementos de sus ingresos debido a la seguridad de riego.
Apoyo estatal
A nivel regional, las autoridades están iniciando un proceso de recopilación de información, para dimensionar en forma precisa lo que se requerirá para apoyar este proceso.
Andrés Castillo, titular de Indap Bío Bío, señaló que está reuniendo información sobre los pequeños agricultores del área de influencia del embalse, que cuentan con derechos de aprovechamiento de aguas y serán eventuales titulares de las acciones mejoradas una vez construída la obra.
Castillo afirmó que no sólo se trata de apoyar la compra de las acciones, sino que también en estos procesos hay muchas otras cosas que intervienen en la puesta en marcha: “Tengo la experiencia de lo que se hizo en el Laja-Diguillín y lo principal para iniciar las acciones en este tipo, es tener claridad de quiénes son los favorecidos, dónde están y de qué requieren. En eso estamos trabajando en conjunto con los servicios públicos y también hemos pedido colaboración a privados”.


Fuente:ladiscusion.cl

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