por reforma laboral
Espero que no
existan dudas y matices para aprobar y profundizar más aún este proyecto".
Bárbara Figueroa (CUT)
Bajo el grito
"¡reforma laboral, ahora!", la presidenta de la CUT, Bárbara
Figueroa, interpeló directamente al oficialismo en el tradicional discurso del
1 de Mayo. "La Nueva Mayoría cuenta con los votos para aprobar este
proyecto, y cuando se trata de cumplir no se debe tener temor de ejercer las
mayorías que la ciudadanía les ha entregado. Espero que no existan dudas y
matices para aprobar y profundizar más aún este proyecto", aseveró.
"Sabemos de
las presiones que están ejerciendo los grupos de poder para detener los
avances, y serán representadas por quienes, dentro del parlamento, defienden
sus intereses de clase", advirtió.
Consultado por los
dichos de Figueroa, el presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, Andrés
Zaldívar (DC), comentó: "Es lógico que en un discurso de 1 de Mayo haga
este tipo de observaciones. Pero no pienso que crea realmente que vamos a estar
aceptando presiones, para ir más allá de los acuerdos tomados".
"Legislaremos
como corresponde a los planteamientos del Gobierno y establecidos por la
ministra del Trabajo. No aceptaremos presiones de ningún lado para modificar,
quitar o agregar cosas a esta reforma", insistió.
En esta misma
línea, Carolina Goic, jefa de la bancada de senadores DC, aludió al
"compromiso" del oficialismo en cuanto a garantizar los puntos
exigidos por Figueroa. "Esta reforma trata de nivelar la cancha y
fortalecer la capacidad de negociación de los trabajadores. Y esa discusión
deberá cumplirse en el Senado, sin presiones ni apellidos", dijo.
"Me parece
bastante plausible el sentido de realismo político que Bárbara Figueroa le puso
a su discurso", señaló el diputado Fuad Chahín (DC), quien destacó que la
dirigente "rechazó posturas maximalistas, que por quererlo todo, muchas veces
pueden terminar entrampando una reforma que ella reconoce como un avance muy
significativo".
Sin embargo, Chahín
advirtió que "no se puede pretender que el Congreso sea un buzón: ni del
gobierno, ni de los gremios, ni de los sindicatos, ni de nadie. El Congreso es
una instancia donde se escucha, se pondera, se discute, se persuade y después,
se toman decisiones", remarcó.
En el PS, el
senador Juan Pablo Letelier dijo que coincide con Figueroa en cuanto a que
"las mayorías son para ejercerlas". A la vez, descartó que se esté
frente a una amenaza de "retroexcavadora, aplanadora o motoniveladora. Se
trata de cumplir con el programa de gobierno por el cual la gente expresó su
voto".
Letelier consideró
adecuado el discurso de la presidenta de la CUT ya que "se da cuando se
comienza a discutir la agenda laboral".
Saffirio: "No
bajaremos
lo que al gobierno
no le guste"
El diputado René
Saffirio (DC) fue enfático: "A mí ningún empresario logrará presionarme.
Ellos han sido claros, no quieren nunca un cambio. Y eso es lo que define mi
postura, que se basa en pensar en los trabajadores. Hablo por mí y por la
Comisión de Trabajo: no aceptaremos presiones de empresarios, pero tampoco
bajaremos las indicaciones que al gobierno no le gusten".
Para Lautaro
Carmona (PC), presidente de la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados
—que comenzó en abril a votar el proyecto— "más que a los parlamentarios,
fue un reto a los empresarios, a quienes les pide no ejercer presión para
impedir que las reformas avancen. Nosotros tenemos el compromiso acorde a los
planteamientos del gobierno y la Central", dijo.
Por J. Ramírez y P.
Tapia