A menos de tres días del Año
Nuevo, los fuegos artificiales corren peligro en la provincia de Ñuble porque
podría llover el 31 de diciembre.
Para el 31 de diciembre los alcaldes
de 4 comunas de Ñuble, entre ellos el de San Carlos, han programado el lanzamiento de fuegos artificiales para recibir el nuevo año.
Si bien los municipios tienen todo preparado para esa fecha, la lluvia podría
generar inconvenientes.
Las autoridades deberán esperar
las recomendaciones técnicas para determinar si se lanzarán los fuegos
artificiales, que no han estado
exentos de cuestionamiento como la carta
de José Guillermo Gómez que al
referirse a éstos espectáculos pirotécnicos en cinco puntos de la provincia, ha
señalado: " Me pregunto: con lo gastado por los alcaldes de esas cuatro
comunas (San Carlos, Coelemu, Cobquecura y Chillán) ¿cuántos pozos de agua,
alimentos, medicamentos, ropas, podrían haberse donado a familias de escasos
recursos y personas mayores que viven en asilos y casas de reposo. No son unas
chauchas estamos hablando en total de más de 100 millones de pesos quemados en
15 minutos.
Por favor señores Alcaldes, sepan
usar el dinero de los contribuyentes y controlen sus impulsos populistas. ¿Será
mucho pedir? tengo ,la impresión que sí.
Por otra parte los animalistas lamentan como la oscuridad de la noche de año
nuevo no deja ver el daño que se le hace a las aves y animales.
El uso de pirotecnia genera
taquicardia, temblores, falta de aire, náuseas, aturdimiento, pérdida de
control, miedo y/o muerte. Los efectos en los animales son diversos y de
diferente intensidad y gravedad. Los perros suelen sentir temor y al huir
pueden ser víctimas de accidentes o perderse. Las aves reaccionan frente a los
estruendos con taquicardias que pueden provocarles la muerte; los gatos suelen
correr detrás de los explosivos por simple curiosidad pudiendo ingerirlos,
perder la vista o lesionarse; los insectos y otros animales pequeños poco pueden
hacer para no ser dañados, la pirotecnia es para ellos un explosivo de gran
tamaño.