Frutilla un rubro interesante y rentable


Requiere de tecnología de punta y de acuerdo al manejo y la inversión, los rindes pueden ir de siete a cien toneladas por hectárea.

Las frutillas son un rubro minoritario en la zona, pero que acomoda a los pequeños productores. Los agricultores especializados evitan superficies muy extensas, ya que el riesgo climático está siempre presente, incluso, Rodrigo de la Puente y Eduardo Landa señalaron que al menos una temporada en que hubo lluvia excesiva en noviembre-diciembre, los dejó en apremiante situación económica.
Sin embargo, es un rubro interesante y rentable, como toda actividad de riesgo, ya que los productores especializados continúan plantando frutillas y compitiendo en un mercado que exige alta inversión, tecnología y conocimientos del cultivo. 
Como señala Max Hassler, copropietario y gerente de Frutícola Olmué (que se especializa en exportación de productos congelados), hay productores que no tienen educación básica, pero que conocen sus campos y la planta de frutilla, que sacan mejores dividendos de este cultivo que otros con títulos universitarios.
En la actividad es posible encontrar pequeños productores, como Marta Muñoz, del sector Tres Esquinas de Bulnes, que trabaja hace unos años la frutilla, en explotación de una hectárea con financiamiento de Indap, que obtiene buena rentabilidad y que da trabajo a una docena de vecinos: “trabajo con un crédito de Indap por $10 millones, estoy al día en mis pagos y el negocio va bien. Usamos mulch de plástico, riego por goteo y cosechamos de octubre a mayo. Antes, trabajaba en tomates, pero esto es mejor”.
Tiene su pequeño packing y entregas diarias a la empresa de congelado. Ella y su familia trabajan directamente en la cosecha y el packing, como genuinos representantes de la agricultura familar campesina.
Otro ejemplo es el de Eduardo Landa Guajardo, quien lleva 20 años en el rubro y pese a que es de Chillán, su experiencia lo ha conducido a la costa de la Región del Maule, ya que el clima de Ñuble, por lo caluroso, a su juicio no es el más adecuado para las frutillas, que son un berrie altamente perecible. En la actualidad tiene 6 hectáreas en producción de segundo año y 7 de reposición para temporada 2015-16.
Señala que una de las principales complicaciones de la frutilla es la mano de obra, ya que exige más esfuerzo de los cosechadores que otros berries, puesto que deben trabajar muy agachados. La mano de obra es más cara y es uno de los costos más significativos, aunque también se requiere de alta inversión, superior a los $7 millones, para establecer un huerto productivo.  Es exigente en calidad de agua, por lo que se trabaja con agua de pozo, riego por goteo y mulch de plástico, que evita malezas. Requiere un cuidado especial en el tema de hongos. Usa variedades como Canmararosa, Aroma y Albeol.
Agrega que en Chile se cambian las plantas cada dos temporadas y que en la actualidad los precios están deprimidos, con el kilo de fruta a $500 , cuando normalmente está sobre un dólar.
Rodrigo de la Puente, productor de Bulnes, con trayectoria en el cultivo, está dedicado a lo orgánico y obtiene valores más interesantes por su producto, que está comercializando a $1.200 el kilo. Pero su producción no es de más de 15 mil kilos por hectárea, por su condición de orgánico. Sus costos también son más altos, ya que paga sueldos más elevados que los de mercado a sus trabajadores: “Sólo trabajan 6 horas diarias, porque es trabajo pesado y evitamos las horas de más Sol. Siempre he tratado y pagado bien a mi gente. Así se evita el comunismo”.
Afirma que no es un productor tradicional y que con tres hectáreas obtiene una pequeña rentabilidad que le permite vivir tranquilo, “sin dejar de ser orgánico de verdad”. Para hacerse una idea de los costos de este cultivo, dice que sólo las plantas valen $70 y se necesitan 60 mil por hectárea; en nylon para el mulch, se gasta un millón, y sólo duran 2 temporadas. Trabaja con variedades Cristal y Albeol y recibe certificación orgánica de BCS.
rentabilidad
El empresario Max Hassler, de Frutícola Olmué, que es una de las tres grandes exportadoras de frutillas congeladas, junto a Comfrut y Alifrut, confirma que las mejores zonas de producción están en la costa más al norte en localidades como San Pedro y Chanco. Ellos, como empresa, han probado más al Sur, en Cobquecura, con buenos resultados, pero donde no se dan las mejores condiciones para riego, que es un requerimiento del cultivo.
Afirma que la rentabilidad del producto es buena y que más de la mitad  de lo que se cosecha es para consumo interno del país. Comenta que a nivel mundial la frutilla congelada es casi tanta como el resto del total de la fruta sometida al alto frío. Señala que los rindes son muy variables, entre 7 y 100 toneladas por hectárea, aunque en Chile lo habitual es del orden de 20 toneladas. El cultivo, para ser competitivo, requiere de tecnología adecuada, y por ser una planta pequeña que da mucha cantidad de fruta, la fertilización es clave.
Sostiene, además, que es un rubro con buen desarrollo para el pequeño productor, aunque estima que el núcleo productivo debe ser mayor a una hectárea para ser un negocio interesante.
Sus clientes extranjeros se han sorprendido por el intenso sabor de la frutilla.

fuente:ladiscusion.cl

2 Comentarios

Comenta aquí!

  1. Necesito saber mas y cuanto es lo mínimo que se puede plantar

    ResponderEliminar
  2. Hola soy pequeño agricultor y tengo un emprendimiento de frutillas semi idroponicas y nesesito comprar unas plantas

    ResponderEliminar
Artículo Anterior Artículo Siguiente

نموذج الاتصال