Un oficio religioso en el cuartel de bomberos y sentida despedida tuvo ayer el voluntario honorario y conductor del Daem, Julio San Martin Espinoza, quien falleciera la madruga del domingo producto de una prolongada enfermedad.
Entre los oradores estuvo Marcial Valenzuela, directivo del Daem, quien lo describió, señalando: “Don Julio se caracterizó por ser un hombre sencillo, amable, generoso, muy responsable, de buen trato y comprometido como dirigente vecinal y con el servicio público. Julio Armando San Martín Espinoza se desempeñó como chofer del DAEM.
El Cuerpo de Bomberos se hizo presente a través del director honorario, Juan Figueroa, quien a nombre de la institución reseñó la labor voluntaria de Julio San Martin, quien ingresó el año 1989 a la 3ra. Compañía de Bomberos. Junto con expresar consuelo para la esposa, señaló a los hijos: “Estimadas Paola, Cynthia, Ximena y Julio, confiamos que el ejemplo y la preocupación de su padre por ustedes no caiga en un saco roto sino que dé los frutos que necesita la sociedad de hoy, pues emergen de la buena semilla sembrada por el voluntario Julio San Martin”.
Fue su hija Paola San Martin, profesora, quien tuvo la misión de hablar a nombre de la familia. Hizo sentidos recuerdos de su padre y agradeció los innumerables gestos de cariño y consuelo recibido tras la partida de su padre.
El Cuerpo de Bomberos se hizo presente a través del director honorario, Juan Figueroa, quien a nombre de la institución reseñó la labor voluntaria de Julio San Martin, quien ingresó el año 1989 a la 3ra. Compañía de Bomberos. Junto con expresar consuelo para la esposa, señaló a los hijos: “Estimadas Paola, Cynthia, Ximena y Julio, confiamos que el ejemplo y la preocupación de su padre por ustedes no caiga en un saco roto sino que dé los frutos que necesita la sociedad de hoy, pues emergen de la buena semilla sembrada por el voluntario Julio San Martin”.
Fue su hija Paola San Martin, profesora, quien tuvo la misión de hablar a nombre de la familia. Hizo sentidos recuerdos de su padre y agradeció los innumerables gestos de cariño y consuelo recibido tras la partida de su padre.