Todos llegan con ánimos de trabajar por sus comunas, de mejorar los indicadores de Salud, Educación, fomentar el deporte y prácticamente los lugares comunes de las autoridades electas tras una elección popular.
Plasmar lo que prometieron probablemente no sea tarea fácil pues la mayoría de las comunas que administrarán tienen presupuestos escuálidos que sólo permiten cancelar los sueldos de los profesionales que desempeñan tareas básicas.
Ni hablar de contratar profesionales destacados y con sueldos de mercado, pues municipios que no tienen más de 1.000 millones de pesos como promedio anual no pueden darse ese tipo de lujos.
Los nuevos alcaldes tendrán que probablemente moderar sus ímpetus cuando se den cuenta de que lo que los otros no hicieron fue en parte por falta de recursos y por la lentitud del aparato estatal que hace que cualquier proyecto pase por una serie de etapas y trabas antes de verse materializado.
En Ñiquén, a un bastión PPD, finalmente se impuso el joven Manuel Pino, de 31 años quien fue parte del Concejo Municipal por 8 años.
En San Fabián, la elección teñida de eventuales irregularidades que investiga la justicia dio por ganadora a la asistencia social de la gobernación Lorena Jardúa (UDI).
L. JARDÚA
La asistente social de la gobernación señala que la prioridad será potenciar el turismo. “Hace muchos años que escucho hablar de La Punilla, pero mi prioridad es defender la tierra y la gente de San Fabián”, declara la electa edil UDI en San Fabián.
M. PINO
El nuevo alcalde de Ñiquén (UDI), señala que se preparó durante varios años como concejal para dar este paso. “Nuestra campaña se enfocó en objetivos concretos y no en los defectos del adversario”, señala el edil quien impulsará cambios en áreas sociales y productivas.