A un año de la tragedia en Juan Fernández, barco de la Armada llevó familiares de los fallecidos, sin embargo parientes del animador no asistieron. En la zona aún lo recuerdan paseando a caballo, siempre acompañado por su cuidador.
El verano pasado, la entrada al fundo que Felipe Camiroaga compró en Coihueco estaba repleta de banderas chilenas, peluches, fotografías y rosarios. Eran metros y metros que recordaban al animador y su paso por el campo que tanto amó. Hoy, el panorama es distinto. Vecinos del fundo cuentan que un día fueron tantas las velas que los deudos prendieron, que el fuego arrasó con todo lo que estaba colgado.
En el primer aniversario de su muerte tras caer el avión CASA 212 que lo transportaba a la isla, fecha que se conmemoró ayer, llegaron varias familias a intentar adornar un poco más el lugar que recuerda su paso por el sector. Las hermanas Nancy y Andrea Pino llevaron ramas de aromo para darle un poco de vida al lugar y a pesar que llevaron velas, no las prendieron por el incendio que se produjo hace algunas semanas y que quemó lo que estaba.
“Queremos volver para dejarle más fotos. Después que se quemó todo, esto quedó más vacío”, murmuraba Nancy mientras intentaba sostener una bandera chilena en un alambre para que el viento no se la llevara. “Yo lo sentí mucho. El día del accidente me enteré por la televisión, pero no lo quería creer. Sólo vine a su campo el día en que dijeron que habían encontrado sus restos. Me acuerdo que ese día este campo estaba lleno de gente y todos estaban llorando y rezando”, cuenta, mientras sigue intentando adornar el lugar.
Leer más: Intenso fervor por Felipe Camiroaga en Coihueco a un año de su muerte El verano pasado, la entrada al fundo que Felipe Camiroaga compró en Coihueco estaba repleta de banderas chilenas, peluches, fotografías y rosarios. Eran metros y metros que recordaban al animador y su paso por el campo que tanto amó. Hoy, el panorama es distinto. Vecinos del fundo cuentan que un día fueron tantas las velas que los deudos prendieron, que el fuego arrasó con todo lo que estaba colgado.
En el primer aniversario de su muerte tras caer el avión CASA 212 que lo transportaba a la isla, fecha que se conmemoró ayer, llegaron varias familias a intentar adornar un poco más el lugar que recuerda su paso por el sector. Las hermanas Nancy y Andrea Pino llevaron ramas de aromo para darle un poco de vida al lugar y a pesar que llevaron velas, no las prendieron por el incendio que se produjo hace algunas semanas y que quemó lo que estaba.
“Queremos volver para dejarle más fotos. Después que se quemó todo, esto quedó más vacío”, murmuraba Nancy mientras intentaba sostener una bandera chilena en un alambre para que el viento no se la llevara. “Yo lo sentí mucho. El día del accidente me enteré por la televisión, pero no lo quería creer. Sólo vine a su campo el día en que dijeron que habían encontrado sus restos. Me acuerdo que ese día este campo estaba lleno de gente y todos estaban llorando y rezando”, cuenta, mientras sigue intentando adornar el lugar.