Señor
Director
Diario “San Carlos Online”
Presente
Señor Director:
El salario ético, que aconsejan personeros de distintos ámbitos, como políticos y eclesiásticos, supongo bien intencionado pero poco realista, por tener éste complejos componentes económicos, técnicos, sociales o productivos pueden producir nefastas consecuencias al mundo laboral agrícola.
El salario ético, está condicionado además, por múltiples variables, como edad de los trabajadores, especialidad, habilidad, experiencia, oportunidad y un sin número de otras variables. Sin embargo, hay una que es determinante, el valor que se paga por nuestras producciones. Vale decir, ¡el valor ético de nuestros productos! Es la base de esta escala de justicia social, es el principio de donde también se debe plantear el problema, ya que es donde se producen los recursos para pagar los salarios. Pero de alguna forma inexplicable no ha sido considerado. Esto demuestra un desconocimiento del problema. Es como construir una casa pensando en un gran techo y no fijarse si los cimientos son capaces de soportarlo o levantar un puente y no calcular bien los pilares que lo sostienen, las consecuencias son previsibles, el colapso inminente.
En el problema que nos concierne ocurre lo mismo. Si se le exige salarios éticamente justos, pero si los precios de los productos no dan, no son éticamente razonables, sucederá lo imaginable, una disminución de trabajadores y a corto plazo la quiebra o cierre de la empresa, con las consecuencias desastrosas por todos conocidas. Produciéndose desde luego, aunque no se quiera, un peligroso espiral de cesantía.
Por otra parte, contando el Estado y el Gobierno, con enormes reservas por el alto precio del cobre. ¿Es ético que el pan, la leche, que son alimentos esenciales y aporte proteico importante de los sectores más pobres, cuente con un IVA que lo encárese en un 19%? ¿Es ético la mala salud y la mediocre educación que reciben los sectores más vulnerables?¿Es ético que el sueldo mensual que cobra un parlamentario sea 100 veces el salario mínimo que gana un trabajador?¿Es ético la corrupción imperante en el país con platas que van destinadas a los sectores más pobres? ¿Es ético que el país crezca al torno el 5% pudiendo hacerlo al 8%? En fin, son cuestionamientos e interrogantes legítimas que tiene que hacerse la sociedad para lograr un salario éticamente justo.
Atentamente
Alfredo Schmidt Vivanco
Ingeniero Agrónomo
Director
Diario “San Carlos Online”
Presente
Señor Director:
El salario ético, que aconsejan personeros de distintos ámbitos, como políticos y eclesiásticos, supongo bien intencionado pero poco realista, por tener éste complejos componentes económicos, técnicos, sociales o productivos pueden producir nefastas consecuencias al mundo laboral agrícola.
El salario ético, está condicionado además, por múltiples variables, como edad de los trabajadores, especialidad, habilidad, experiencia, oportunidad y un sin número de otras variables. Sin embargo, hay una que es determinante, el valor que se paga por nuestras producciones. Vale decir, ¡el valor ético de nuestros productos! Es la base de esta escala de justicia social, es el principio de donde también se debe plantear el problema, ya que es donde se producen los recursos para pagar los salarios. Pero de alguna forma inexplicable no ha sido considerado. Esto demuestra un desconocimiento del problema. Es como construir una casa pensando en un gran techo y no fijarse si los cimientos son capaces de soportarlo o levantar un puente y no calcular bien los pilares que lo sostienen, las consecuencias son previsibles, el colapso inminente.
En el problema que nos concierne ocurre lo mismo. Si se le exige salarios éticamente justos, pero si los precios de los productos no dan, no son éticamente razonables, sucederá lo imaginable, una disminución de trabajadores y a corto plazo la quiebra o cierre de la empresa, con las consecuencias desastrosas por todos conocidas. Produciéndose desde luego, aunque no se quiera, un peligroso espiral de cesantía.
Por otra parte, contando el Estado y el Gobierno, con enormes reservas por el alto precio del cobre. ¿Es ético que el pan, la leche, que son alimentos esenciales y aporte proteico importante de los sectores más pobres, cuente con un IVA que lo encárese en un 19%? ¿Es ético la mala salud y la mediocre educación que reciben los sectores más vulnerables?¿Es ético que el sueldo mensual que cobra un parlamentario sea 100 veces el salario mínimo que gana un trabajador?¿Es ético la corrupción imperante en el país con platas que van destinadas a los sectores más pobres? ¿Es ético que el país crezca al torno el 5% pudiendo hacerlo al 8%? En fin, son cuestionamientos e interrogantes legítimas que tiene que hacerse la sociedad para lograr un salario éticamente justo.
Atentamente
Alfredo Schmidt Vivanco
Ingeniero Agrónomo