Las bajas temperaturas son y serán un factor importante en la producción y cultivo del arroz, por eso, Empresas Tucapel junto a otras 2 empresas del rubro y el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA, crearon un proyecto que tiene la finalidad de posibilitar estrategias innovadoras en la generación de variedades de arroz tolerante al frío y resistentes a herbicidas.
Este programa se inicia debido a las distintas problemáticas productivas que afectan al cultivo del arroz a nivel nacional. Dentro de las limitantes más importantes están las bajas temperaturas en los estados de germinación, plántula e inicio de desarrollo de polen, que reducen su rendimiento en promedio un 40%. Otro problema es el daño por infestación y mal control de malezas con pérdidas de rendimiento de un 38% en promedio, y un máximo de 68%.
En este contexto, el proyecto trabajará en la caracterización y selección de germoplasma tolerante al frío mediante el uso de avanzadas tecnologías que contribuyan a mejorar la eficiencia en el desarrollo de futuras variedades de arroz tolerantes al frio. Además, se trabaja en la creación de una variedad tolerante al herbicida imidazolinona, con el propósito de enfrentar de mejor forma las limitantes del cultivo.
La innovadora idea fue postulada por INIA al XVIII Concurso Anual de Proyectos de Investigación y Desarrollo de Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico, en el que Empresas Tucapel actúa como compañía asociada a la iniciativa. El aporte de la arrocera se basa en recursos económicos y personal técnico durante el desarrollo del programa.
“Las bajas temperaturas y un eficaz control de malezas, son factores críticos en el proceso productivo del arroz, por eso, poder incorporar estas estrategias innovadoras de la mano con avanzada tecnología, es un buena oportunidad porque nos convierte en referentes dentro de la industria”, concluye Alfonso Dussaillant, Gerente Agrícola de Empresas Tucapel.
Cartera del agro resolvió respaldar a arroceros en arremetida tecnológica
Membresía a esa organización permite acceso a tecnología de punta y material genético de alta calidad.
“El Ministerio de Agricultura se comprometió a financiar por tercer año consecutivo el 100% de la membresía del Fondo Latinoamericano para Arroz de Riego, FLAR, en Chile, y desde ya, comprometió sus esfuerzos para financiar, durante el 2013 el 50% de la cuota, como parte de una iniciativa compartida entre el sector público y privado”, informó el diputado Frank Sauerbaum, que apoyó esta solicitud de los productores de arroz, en especial de los de Ñiquén y San Carlos, de Ñuble, agregando que la membresía a esa entidad tiene un valor cercano a los 30 mil dólares y permite a los productores acceder a tecnología de punta, que se traduce en más producción.
El parlamentario explicó que desde el año pasado el Ministerio de Agricultura ha apoyado con financiamiento el programa de arroz que se realiza a través de INIA-Chillán. También el instituto junto a empresas arroceras ha ganado un proyecto Fondef para desarrollar germoplasma tolerante al frío e iniciar los trabajos para la obtención de una variedad de arroz Clearfield, y otro proyecto financiado por Fondecyt, con el objetivo de ampliar la base genética de la nueva variedad.
El presidente de Fedearroz, el sancarlino Ernesto Eguiluz, reconoció el gesto del diputado y señaló que para los productores resulta muy importante estar en el FLAR, ya que es un centro que ofrece tecnología de punta ya probada en otros países del continente, que permiten a países como Uruguay, tener promedios productivos de 8 toneladas por hectárea (el promedio de Chile es 5 toneladas) y utilizan la técnica de siembra en seco, que además permite ahorro de 30% de costos y 30% de agua.
El presidente de los arroceros señala que al principio costó, pero ya hay un convencimiento en las autoridades de los beneficios del FLAR. Otra ventaja de este bloque es la disponibilidad de material genético, que permite probar y adaptar nuevos arroces a la zona.
“El FLAR está generando todo un movimiento. El Indap está muy interesado, el INIA está incorporando maquinaria para la siembra en seco y todos se están uniendo a esta iniciativa que nació en la Fedearroz”, afirma el dirigente, que en lo empresarial desde hace años ha estado a la vanguardia en esta producción, incluso generando experiencias de exportaciones.
Pioneros
El Fondo Latinoamericano para Arroz de Riego, FLAR, se creó el 16 de enero de 1995, gracias al esfuerzo realizado por entidades gremiales de Brasil, Colombia, Venezuela y el Centro Internacional de Agricultura Tropical, CIAT.
El FLAR está formado por un grupo heterogéneo que reúne a los sectores privado y público de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, República Dominicana, Uruguay, Venezuela y el CIAT.
Es así como asociaciones de productores de arroz, compañías molineras y de semillas y programas nacionales de investigación se congregan en el FLAR con el objetivo de brindar respuestas tecnológicas innovadoras a las necesidades de los agricultores y la industria para mejorar la producción de arroz de riego en Latinoamérica.