El hecho ocurrió aquí en San Carlos, en la esquina de la plaza al mediodía de ayer.
Impactado y dolido se encuentra el sacerdote que auxilió a un joven sancarlino que fuera asaltado ayer al mediodía en el centro de la ciudad.
El sacerdote Boanerges Correa transitaba en su vehículo por calle Balmaceda y al llegar a la esquina de la plaza, se percató que un joven comerciante, a quien él saluda a diario, se encontraba tirado en un pasillo de acceso a un segundo piso, tras lo cual el sacerdote estacionó su vehículo y prestó auxilio a Gabriel Machuca, encargado del centro de pagos “sencillito,” ubicado en Riquelme 580, quien momentos antes había sido asaltado por dos sujetos que le robaron más de 7 millones de pesos.
El hecho se registró alrededor de las 13 horas de ayer cuando, Gabriel Machuca, salió de su local por calle Riquelme, en dirección a un Banco y al llegar a la esquina fue abordado por un sujeto que le pidió información sobre una peluquería ubicada en un segundo piso donde además, supuestamente, atendería un abogado.
Gabriel Machuca, reconocido en la ciudad por su siempre buena disposición y gentileza, llevó al sujeto hasta la puerta de acceso a un segundo piso. Al llegar fue obligado a entrar bajo amenaza con arma blanca que extrajo de sus ropas el sujeto que, minutos antes, se había mostrado como un desorientado visitante que buscaba una dirección.
La víctima fue ingresada a la fuerza en el pasillo y adentro, junto a otro sujeto, además de golpearlo, le arrebataron el dinero correspondiente a las ventas del centro de pagos.
Inmediatamente los individuos huyeron hacia el sur donde habrían abordado un auto de color blanco, el que más tarde abandonaron en el sector de Monte Blanco, al suroriente de la ciudad.
Gabriel Machuca resultó con lesiones leves en una mano y una pierna.
El sacerdote Boanerges Correa se manifestó muy afectado por lo ocurrido. “Esto me ha dolido mucho todo el día. Yo iba por Balmaceda cuando me percaté que este vecino estaba tirado, pálido y golpeado. Estacioné de inmediato y el me compartió que iba al banco cuando un hombre lo abordó para preguntarle por una peluquera. Y lo trajo hasta el ingreso amablemente y resulta que había otro que lo golpeó y le quitaron la plata”.
Me duelo porque yo lo conozco, soy vecino, y hace pocos días le bauticé a su hijo. Esto me ha dolido mucho”, insistió.
El sacerdote trasladó al afectado para que recibiera atención médica y tras ello trató de retomar sus actividades y recién en la tarde quiso entregar su testimonio de este hecho que le impactó profundamente.
Carabineros fue alertado apenas se supo del hecho y se activó la operación candado, sin resultados hasta el momento.
El Mayor de Carabineros, Antonio Alonso, señaló que era evidente que la victima había estado siendo seguida en su rutina y que el notorio descuido permitió a los delincuentes cometer el robo. “Las personas no pueden transportar altas sumas de dinero sin tomar las medidas de resguardo” dijo el oficial
Y que rabia que carabineros más encima trata de insinuar que la culpa es de la víctima!
ResponderEliminarEs por estos hechos que la sociedad se vuelve individualista y desconfiada.