Fue una misa masiva, que comenzó a las 11 horas, la gente que quedó afuera siguió el mensaje de un sacerdote, a ratos emocionado, que supo interpretar el dolor y realizó su mejor esfuerzo por llevar el consuelo a los padres y hermano de Pablo Leiva Bastías.
Posteriormente, el cortejo fúnebre se dirigió al cementerio Municipal, pasando antes por el frente al Instituto Santa María, acompañado de una masiva asistencia de amigos, vecinos, compañeros de curso.
En el trayecto al Cementerio Municipal, sus mejores amigos, le acompañaron durante todo el cortejo sobres sus bicicletas, son los niños que diariamente hemos visto realizar sus “trucos” (acrobacias) en la plaza de San Carlos. Al ver sus rostros, era evidente el dolor que sentían por la muerte de uno de sus mejores amigos.
Pasado las 13:00 Horas, y ya en el cementerio, familiares y amigos manifestaron sus sentimientos, por la pérdida del joven estudiante de Segundo Humanidades del Instituto Santa María de San Carlos. Fue su hermano Abel, quien agradeció, a nombre de la familia, las muestras de cariño y afecto que han recibido en estos momentos de dolor, además destacó, cuánto se querían como hermanos, y cuánto se parecían entre ellos.
Luego los amigos de Pablo, Jaime y Marcelo, destacaron las cualidades humanas e hicieron emotivos recuerdos. También las madres de sus amigos se hicieron presentes con emotivas palabras.
Tras la sepultación, la masiva concurrencia se despidió de la familia y comenzó un lento y triste regreso a casa. Eran ya pasadas las 13,30 horas y en un noticiero provincial, un locutor recodaba que van más de 10 personas fallecidas por inmersión este verano en Ñuble.