En Pichirrincón recodaron a quienes han perdido la vida en la cordillera

SAN FABIAN.- (Luis “Kako” Navarrete) 24-02-2012 Una muestra de profunda religiosidad popular se vivió en el corazón de la cordillera. A unos 90 kilómetros al nor-oriente de San Fabián, en el sector de Pichirrincón, un grupo de familiares, vecinos y amigos se reunió para recordar a quienes han perdido la vida en la alta cordillera.
El grupo era de 38 personas que vinieron de diversos puntos de la región y también desde Santiago, la razón era una sola, mostrar el respeto y el afecto a distintas personas que en duras circunstancias perdieron la vida en la cordillera y por las cuales fue celebrada una misa en su memoria.
Las familias Gutiérrez y Almuna fijaron el día del encuentro para el dia de ayer jueves 23 y fue así como respondiendo a la convocatoria, llegaron de diversos rincones hombres, mujeres y niños para celebrar este acto de recuerdo, en el sector Pichirrincòn en donde a futuro se levantará la capilla católica.
El párroco de San Fabián,  Jaime San Martín, explicó la razón de ser del encuentro y dirigió la misa que tenía por finalidad rogar  por las almas de hombres y mujeres que dejaron su vida en la alta cordillera del sector. Un grupo compacto de vecinos, amigos y familiares elevaron oración.
Las muestras de profunda religiosidad popular y apego a lo más puro de su creencia dio paso a los recuerdos y a los futuros proyectos que pretenden poner en relieve un sector cordillerano lleno de tradiciones y de un profundo conocimiento y apego a la tradición cordillerana.
Se  plantearon  planes futuros de construcción de una capilla, en el terreno donado por las familias Gutiérrez y Almuna y también sirvió para planificar acciones futuras tendientes a mejorar las actuales condiciones de aislamiento, producto de las deplorables condiciones en que actualmente se encuentra el camino de acceso al sector Pichirrincón.
El “Cura Jaime”, con su particular conocimiento de la tradición campesina, llamó a la unidad y por sobre todo a seguir manteniendo las muestras de profundo apego a la religiosidad lugareña. Fue el momento preciso para motivar y motivarse y también para recordar a aquellos que un día dejaron de existir, en medio de este entorno verde y lleno de ríos cantarinos, todo esto  en torno a lo mejor de las tradiciones cordilleranas.
El encuentro culminó con el tradicional chivo asado, generosamente ofrecido por la familia compuesta por  Juan Gutiérrez, su mujer Dorca Almuna y sus tres hijos, Ermindo, Roberto y Oscar.
Podemos estar tranquilos, la religiosidad está intacta, las tradiciones bien resguardadas y la amistad garantizada, en medio de un paisaje maravilloso y tremendamente generoso en verdes y aguas cristalinas

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