SAN CARLOS.- (Mario San Martín Aliaga) Positivo impacto ha tenido en la comunidad la reacción de los jóvenes que solidariamente han ayudado de diferentes formas.
Una de estas maneras ha sido ofreciendo al público servicios como lavado de autos, pinta caritas para los niños, pintar letreros en los vidrios de los autos y venta de choripanes entre otras acciones en favor de la campaña “Chile ayuda a Chile”
Transformar la solidaridad en emprendimiento ha sido una acción que deja dos beneficios, la ayuda económica inmediata para los damnificados del terremoto del 27 de febrero y, por otra parte, fortalecer la personalidad y el desarrollo de una actitud emprendedora y positiva al convencer a las personas de adquirir un producto o servicio.
La tarea a ratos no ha sido fácil y los voluntarios nos ha contado que al golpear una puerta o detener un automovilista en la calle han debido soportar la indiferencia, el interrogatorio de adultos que ante un hecho tan evidente solo quieren saber de que se trata, pero, en definitiva para los jóvenes voluntarios el saldo es tremendamente positivo cada peso recaudado lo valoran y lo reciben con alegría, al fin la juventud se caracteriza por ello: por la alegría y su mayor capacidad de optimismo que no siempre reina entre los mayores.
En nuestro trabajo de prensa sobre esta tragedia nos quedamos con este emprendimiento solidario de los jóvenes sancarlinos que se han unido de manera extraordinaria y han sabido sensibilizar a una comunidad que poco a poco comienza reponerse de la tragedia vivida. Felicitaciones a nuestros jóvenes emprendedores solidarios.