Historia de una larga marginación

Comentario

Escribe: Mario San Martín Aliaga
En los próximos días tendremos elecciones presidenciales, y, en esta ocasión una mujer compite por el mando de la nación.

Recorrer la historia de la humanidad, sólo en cuanto a la lucha librada por el género femenino para lograr la igualdad, no deja de ser un ejercicio de reflexión importante.
El tercer milenio es de la mujer, después de una larga historia de marginación, ahora ya se aquilata su auténtica dimensión y sus talentos que, sumado a los talentos varoniles, se logra la composición para seguir avanzando a la plenitud del ser humano.

Sin Golda Meyer no se hubiera consolidado el estado de Israel.

Sin Juana de Aragón no hubiera existido el Emperador Carlos V.

Sin Indira Gandhi no se habría avanzado en la modernización de la India.

Sin la Corregidora no se hubiera estimulado el movimiento Independista de México.

Sin Manuela, Simón Bolívar no hubiera alimentado sus sueños de libertad.

Sin el amor de Teresa de Calcuta, no se hubiera entregado tanta ternura a los más desposeídos y olvidados de la tierra.

La historia de nuestra patria está decorada con los nombres de mujeres destacadas. Desde la chillaneja Cornelia Olivares (1816) que fue rapada en la plaza pública por incitar a los patriotas a combatir el colonialismo español; pasando por Elena Caffarena y Flora Heredia (1941) quienes con el apoyo del presidente Pedro Aguirre Cerda inician el trámite del proyecto Ley de voto político para la mujer. Es importante consignar a la Primera mujer Ministro de Estado en Chile y Latinoamérica (1952): Adriana Olguín de Baltra, durante su periodo una Reforma legal restringe los poderes del marido (No puede vender ningún bien inmueble sin autorización de la mujer).Primera mujer elegida senadora: María de la Cruz. La primera mujer diputado (1961): Inés Henríquez, autora de la Ley para Pago de la Asignación Familiar directamente a la mujer.

Viene bien recordar a algunas destacadas mujeres chilenas de ayer y de hoy, en todos los ámbitos. De entre muchas: Violeta Parra, para muchos la más grande personalidad -hombre o mujer- que ha dado Chile; María Luisa Bombal, escritora de obra tan breve como intensa; Gabriela Mistral, nuestra premio Nóbel; Diamela Eltit, la voz femenina más relevante de la literatura chilena actual y Elena Caffarena, sin duda el corazón del movimiento por los derechos de la mujer en Chile. Pero hay más: muchísimas más.

Y termino este comentario recordando con emoción que, gracias a una mujer aprendí a caminar, a conocer el mundo, a pronunciar mis primeras palabras y lo más importante sin ella no hubiera aprendido a amar y a perdonar.

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