La iniciativa, que contempla cuatro años de ejecución, tiene por objetivo reintroducir el chícharo, porotos y lentejas en sectores del secano interior de Ñuble y Biobío, regiones históricamente afectadas por el cambio climático y la degradación de suelos. Según Gerardo Tapia, investigador y coordinador del proyecto, esta legumbre posee una ventana de siembra más amplia que otras y puede mejorar la resiliencia productiva de los pequeños agricultores.
En la localidad de Quinchamalí, comuna de Chillán, se realizó un taller entre productores, donde se compartieron experiencias, semillas y resultados de las primeras pruebas con variedades locales. La jornada incluyó un almuerzo comunitario con un tradicional guiso de chícharos, evocando la memoria campesina y el valor cultural de este alimento.
🌱 Beneficios del chícharo para el secano
- Alta tolerancia a la sequía, heladas y suelos pobres
- Mejora la fertilidad natural del suelo
- Promueve la producción agroecológica y sostenible
- Refuerza la soberanía alimentaria campesina
🌾 Regiones y comunidades beneficiadas
Ñuble: Chillán, Quinchamalí, NinhuePequeños productores como Claudia Ramos, del sector Reloca, y María Pérez, de Peñaflor, valoraron la iniciativa y ya se preparan para sembrar chícharo esta temporada. Ambas destacaron el valor de recuperar saberes tradicionales y el impacto positivo del cultivo en sus tierras y comunidades.
“Con el chícharo no solo se recupera un alimento nutritivo y tradicional, sino también una herramienta para enfrentar el cambio climático desde la agricultura”, concluyó Tapia.