Legumbre Saludable y Resistente al Cambio Climático
Investigadores de INIA Quilamapu impulsan el regreso del chícharo a la dieta nacional, destacando su resistencia a la sequía y su alto valor nutritivo. Este cultivo podría orientar a la ciudadanía hacia hábitos alimenticios más saludables y sostenibles.
Proyecto de Reintroducción del Chícharo
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA Quilamapu), con el respaldo de la FAO, lidera el proyecto "Identificación y reintroducción de recursos genéticos de legumbres con tolerancia a sequía y enfermedades". Este proyecto de tres años busca promover el cultivo y consumo de legumbres como el chícharo, porotos y lentejas en las regiones de Ñuble y Biobío.
Beneficios del Chícharo
El chícharo (Lathyrus sativus L) es una legumbre rústica y nutritiva. Contiene entre 23 y 25 gramos de proteínas vegetales por cada 100 gramos, además de aminoácidos esenciales, carbohidratos complejos, fibra dietética y minerales como calcio, hierro, fósforo, potasio y magnesio. También es rico en vitaminas del grupo B, esenciales para el metabolismo energético.
Resistencia a la Sequía y Enfermedades
Gerardo Tapia, coordinador del proyecto, explica que el chícharo es ideal para suelos pobres del secano costero, como los de Ninhue. Su resistencia a la sequía y enfermedades lo hace una alternativa productiva sostenible. En una actividad de campo, agricultores locales evaluaron seis variedades de chícharo para identificar las más prometedoras según las condiciones locales.
Recuperación de una Tradición Campesina
Elcira Marín, agricultora de Ninhue, participa activamente en el proyecto. "Sembramos mucho chícharo para la venta, sobre todo porque las personas mayores lo buscan. Esperamos que vuelva a ser valorado por todos", comentó. La iniciativa busca combatir prejuicios sobre el consumo humano del chícharo, promoviendo sus beneficios y fomentando su reintroducción.