Un programa para la conservación de orquídeas nativas chilenas, utilizando herramientas biotecnológicas para preservar especies en peligro de extinción está impulsando el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA).
Protección de especies endémicas
Chile alberga alrededor de 72 especies de orquídeas, muchas de ellas endémicas y en riesgo de desaparecer. El INIA La Cruz, en colaboración con el Centro de Conservación de Orquídeas Chilenas (Cecorch), ha desarrollado un programa de conservación ex situ (conservación de especies fuera de su hábitat natural) con hongos micorrícicos para propagar estas especies.
Importancia de los hongos micorrícicos
Las semillas de las orquídeas son microscópicas y carecen de reservas nutritivas, por lo que dependen completamente de la asociación con hongos micorrícicos para germinar y desarrollarse. “Para la conservación efectiva de estas especies no solo debemos preservar sus semillas, sino también los hongos asociados”, explica el ingeniero agrónomo del INIA, Mauricio Cisternas.
Estrategias de conservación
Entre las especies en peligro crítico en la Región de Valparaíso destacan Chloraea heteroglossa y Chloraea disoides. El estudio ha permitido identificar códigos genéticos de diversas especies sin necesidad de esperar su floración, facilitando su protección.
Cultivo in vitro: una alternativa eficaz
El cultivo in vitro es una técnica clave para la propagación de orquídeas en condiciones controladas. “Este método nos permite conservar varios genotipos en espacios reducidos y sin necesidad de grandes terrenos”, señala Cisternas. Hasta la fecha, el INIA ha logrado propagar cerca de 20 especies chilenas, incluidas cinco en peligro de extinción.
Un compromiso con la biodiversidad
Diversas instituciones colaboran en la conservación de estas especies, entre ellas la Universidad Austral de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y el Ministerio del Medio Ambiente. El uso de biotecnología se vuelve fundamental para garantizar la sostenibilidad de la flora nativa.