Un huerto tradicional no está completo sin la col blanca, una verdura popular de estación fría. Para obtener una buena cosecha de repollo, es fundamental comprender qué fertilizantes favorecen su crecimiento y cómo aplicarlos correctamente.
Riego y Fertilización: El riego adecuado y la fertilización van de la mano. El repollo necesita nutrientes para un crecimiento constante y continuo. La falta de nutrientes ralentiza el desarrollo y afecta la calidad de las cabezas. Además, el repollo tiene un alto contenido de agua, por lo que un suministro adecuado es esencial.
Cómo Regar: Comprueba la humedad del suelo cerca de las plantas. Debe estar húmedo pero no empapado. Evita el encharcamiento y riega según las condiciones climáticas y el grado de sequedad del suelo.
Fertilización en Etapas:
Antes de la Formación de Cabezas: Aplica fertilizantes con alto contenido de nitrógeno antes de que se formen las cabezas. Esto evita que se agrieten.
Preparación del Lecho: En otoño, prepara el lecho con estiércol podrido o compost. El repollo prefiere suelos firmes y fértiles.
Antes de Plantar Plántulas: Utiliza fertilizantes granulados bien equilibrados (NPK 10-10-10 o 12-12-12).
Dos Semanas Después de Plantar: Fertiliza nuevamente con un fertilizante balanceado (10-10-10).
Durante el Crecimiento de las Cabezas: Evita los fertilizantes granulados y concéntrate en eliminar deficiencias específicas con fertilizantes líquidos.
Signos de Deficiencia Nutricional:
Clorosis (amarillamiento) en las hojas.
Crecimiento lento o anormal.
Deformación de las hojas.
Caída prematura de las hojas.
Gestión Estacional: Utiliza fertilizantes líquidos para corregir deficiencias específicas. Asegúrate de proporcionar una nutrición adecuada para obtener cabezas de repollo grandes y densas.
Fuente: https://mundoagropecuario.com/que-fertilizantes-le-gustan-al-repollo-y-el-principio-basico-de-aplicacion/