Un misterio sancarlino
LOCAL.- Tras décadas adornando y dando vida a la Plaza de Armas, punto neurálgico de San Carlos, la fontana, no ha sido posible esclarecer su origen, cómo y cuándo llegó a la tierra fundada por el español Joaquín Del Pino en 1800.
En relación a la historia de la fontana, Víctor Manríquez Abarzua, reconocido historiador de San Carlos, a través de su libro “Reminiscencias Sancarlinas, Historia e Imágenes de San Carlos”, publicado en el año 2011, explica que la fontana fue traída a fines del siglo XIX desde el Perú, por soldados sancarlinos que lucharon en la Guerra del Pacifico.
Del mismo modo, Marco Alvial Venegas, conductor y realizador del Programa “San Carlos Patrimonial”, asegura que “Esta hermosa y emblemática figura de hierro forjado habría sido construida a mediados del siglo XIX en el Reino Unido, para luego ser trasladada al Perú. Posteriormente, a modo de botín de guerra, fue traída a Chile en un tren de carga, el cual, a la altura de San Carlos, habría descarrilado, dejando para siempre la estructura en el corazón de la plaza de armas”. En su programa agrega que la imponente pieza de metal forma parte de tres fontanas idénticas ubicadas en diferentes rincones del mundo, una de ellas en Adelaida, Australia, y la otra en el Central Park de Heredia, en Costa Rica.
En el año 2010, el exalcalde, Hugo Naim Gebrie Asfura, mandó a remodelar la fontana como así también todo su entorno, con el objetivo de realzar este monumento construido en hierro.
A pesar de no existir un consenso entre los historiadores, quedará el espacio para reflexionar sobre la importancia de desentrañar y comprender historias desconocidas y cómo el conocimiento puede enriquecer nuestra comprensión del pasado y del presente de nuestro querido San Carlos.