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LOCAL. - Tras el rescate de siete adultas mayores en una residencia ilegal de la localidad de Cachapoal, el pasado 10 de febrero, aún no hay reacciones formales por parte de las autoridades locales.
Si bien se informó que cuatro de las residentes fueron entregadas a sus familiares y las otras tres reubicadas en hogares de la zona, la situación no deja de ser preocupante. El problema no se ha solucionado, solo se ha trasladado a otro lugar.
La situación de los adultos mayores en riesgo en la comuna de San Carlos no ha sido abordada debidamente. La última vez que se discutió el tema en un diagnóstico participativo (nota aparte) fue en diciembre del año pasado.
El hogar San Juan Bautista, que funciona en la exescuela rural de San Camilo, presenta serios problemas de funcionamiento, pero la situación no es muy distinta en otros recintos similares.
Si bien los adultos mayores autovalentes pueden formar grupos sociales y acceder a la red de apoyo del sistema, el problema de fondo es la situación de los adultos mayores postrados, no valentes, que viven en la pobreza y la soledad.
El caso de la residencia ilegal ha puesto de manifiesto la desatención a este grupo vulnerable.
Aunque existen grupos organizados de adultos mayores, la tarea pendiente es abordar la situación de aquellos que están abandonados.
Es necesario que el sistema local, el municipio y el Departamento de Salud Municipal (DESAM) reconozcan la realidad y propongan soluciones concretas.
San Carlos ya perdió la oportunidad de tener un ELEAM (Establecimiento de Larga Estadía para Adultos Mayores) para la Región de Ñuble, pero las autoridades no pueden seguir ignorando las necesidades de los adultos mayores postrados, en soledad o sin recursos que viven en la comuna.