AGRO.- Tal como les sucedió a muchas personas a nivel mundial y nacional, la pandemia de COVID-19 llevó a Rosana Ayala, de Illapel, a realizar un cambio de 180° en su vida.
Hace tiempo le venía dando vueltas a una idea: ser productora caprina. Creía que eso le permitiría ser su propia jefa y tener más tiempo para cuidar y estar con su familia. Fue entonces que, ante el confinamiento al que obligó la pandemia, consideró que era el momento de renunciar a su trabajo en una cooperativa de la zona y concretar su anhelo. Así fue como creó su emprendimiento Manjar Casero MaGaBe.
Dice que desde el primer momento tuvo claro que el manjar de leche de cabra sería el protagonista. “La razón es que acá hay siempre mucho queso, entonces eso hace que baje bastante su precio. Por eso quise tener algo nuevo, otra alternativa, y la verdad es que me ha dado muy buenos resultados”, explica. Detalla que su elaboración requiere de técnica: “no es fácil y el proceso requiere de tiempo, pero aun así da más ganancias que el queso”.
Ya en marcha con su proyecto, cuenta que un punto de inflexión fue una feria productiva a la que asistió este verano en Los Vilos, a través de la Red Productiva del Choapa. Eso le significó hacerse conocida, vender y generar contactos con clientes que se han mantenido en el tiempo.
- Además de ser su propia jefa, ¿qué otra motivación tuvo para concretar Manjar Casero MaGaBe?
- Tengo dos hijas, una de ellas con discapacidad, quien si bien va al colegio, tiene que estar gran parte del día en casa y no la podía dejar sola. A raíz de eso surgió la idea de echar a andar este emprendimiento familiar, que se veía como un proyecto a largo plazo, pero que por la pandemia vimos que lo podíamos concretar antes. Nos dio resultado, gracias al enorme apoyo que hay detrás de todo esto: mi hija y mi pareja. Todos estamos metidos en esto.
- Innovar, como hizo, ¿es una buena opción para el rubro caprino?
- Sí, eso es lo que siempre les digo a las personas. Es bueno innovar, que no se queden solamente en el queso. Yo lo pude hacer; al principio me costó sacar el manjar, pero lo logré.
Junto al trabajo de sus más cercanos, Rosa Ayala dice que el apoyo de INDAP ha sido clave para su desarrollo, ya que le ha permitido contar con infraestructura y maquinaria “que una no puede tener por sí sola, ya que para costearlas hay que tener un buen capital. He recibido una sala de ordeña y una máquina ordeñadora. Son implementos fundamentales para una criancera como yo”.
Sumado a ello, la productora comenta que recientemente participó de una capacitación. “Nos enseñaron cómo hacer nuevos derivados de la leche de cabra y eso contribuye a que vayamos buscando otras formas de seguir innovando”, afirma.
Quienes deseen adquirir productos de Rosana Ayala puedan visitar su Instagram, su Facebook o contactarla al teléfono +56 9 8222 5840.