En la actividad realizada en el sitio de Memoria Puente El Ala, participó el cantautor argentino Víctor Heredia
Como cada 30 de agosto, los familiares de víctimas y sobrevivientes de violaciones a los Derechos Humanos asisten al Memorial Puente El Ala, lugar que ha sido utilizado como el principal espacio de conmemoraciones y denuncias convocadas por las agrupaciones de la Región de Ñuble.
La ceremonia, organizada por las agrupaciones de DD.HH. de Ñuble y el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, estuvo cargada de simbolismos. Se reconoció al cantautor local Osvaldo Alveal por acompañar permanentemente a los familiares de detenidos desaparecidos de Ñuble en sus actos, se entregó copia del acta del Consejo de Monumentos Nacionales, donde se acoge la solicitud de declaratoria como Monumento Histórico y se presentó el cantautor argentino Víctor Heredia, artista latinoamericano comprometido con la lucha por los derechos humanos y las democracias del continente y que también sufrió la persecución personal y familiar por parte de la dictadura argentina.
La historia del memorial Puente El Ala
La historia de este Sitio de Memoria Puente El Ala comienza el 24 de diciembre de 1973, cuando el relojero Mario Weitzel encontró el cuerpo de su hijo Patricio, quien había sido secuestrado el 1 de octubre de ese mismo año. Hasta su negocio ubicado en el Mercado de Chillán, llegó una joven a vender un reloj, el cual fue reconocido de inmediato por don Mario como el que le había obsequiado a su hijo Patricio. Bajo el Puente El Ala, Mario Weitzel encontró más personas fallecidas, el número, nunca lo sabremos con exactitud, pero este Memorial recuerda a 17 personas. Según testimonios prestados a la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, las víctimas habrían sido fusiladas bajo responsabilidad de agentes del Estado.
En 1978, el puente fue quemado y destruido, dejando sin un lugar de peregrinación a los familiares de las víctimas, quienes incansablemente han seguido buscando Verdad y Justicia. En 1993, se reconstruyó el viaducto y en 1996, se instaló este Memorial, obra de la escultora Sandra Santander, en cuya base se ubican 17 trozos de los rieles metálicos que formaban parte del viejo puente. En la placa de piedra granítica que acompaña la obra de arte, se inscribe una dedicatoria del poeta Raúl Zurita: “A nuestros hijos, esposos, padres y hermanos/ que vivieron con dignidad y sencillez/ y que contuvieron sin embargo el firmamento/ recuerden ustedes que pasan/ que aquí ninguno, nada, ni nadie está olvidado”.
La conmemoración culminó con el ritual de lanzar claveles rojos al Río Ñuble en memoria de cada una de las víctimas de violaciones a los Derechos Humanos de la Región de Ñuble.