NACIONAL.- Una iniciativa pionera en Chile busca generar cortafuegos y disminuir la cantidad combustible vegetal en los campos de forma ecológica, ya que es a través de la presencia de rebaños de cabras que consumen toda la vegetación que al secarse podría potenciar la fuerza de los incendios. El modelo de trabajo se puso a prueba con éxito a raíz de los siniestros que han afectado a la Región.
Rocío Cruces, profesora de ciencias y cofundadora de Bosque Chacay, relató que “adquirimos un terreno en Santa Juana en la zona rural llamada Chacay. Era un predio muy abandonado que tenía bosque nativo. Decidimos crear un parque para conservar ese bosque y tiene pistas para andar en bicicleta adentro”.
Cruces explicó que “el 2017 cuando hubo altas temperaturas y nos vimos amenazados por un incendio, no llegó acá. Ahí empezamos a investigar cómo nos podíamos proteger de esos siniestros. Investigamos y encontramos que en países como Canadá, España, Australia y Estados Unidos para mantener la maleza baja y disminuir el riesgo o la intensidad de los incendios, hace cortafuego con rebaños de cabras”.
El mismo 2017, Rocío Cruces junto a Víctor Faúndez, el otro fundadores de Bosque Chacay, adquirieron un pequeño rebaño de 16 cabras, el que fueron a buscar a Lonquimay, Región de La Araucanía. Hoy tienen 150. “Así partimos, implementamos una metodología que tiene que ver con la agricultura regenerativa y seccionamos el campo. Dejamos que las cabras entraran a los espacios que delimitábamos y ellas mantienen el parque libre de zarza, de retamillas y de pasto largo seco durante el invierno”, detalló Rocío Cruces.
“La prueba de fuego, literalmente, fue con el incendio el viernes 3 de febrero. El fuego nos rodeó, pero no logró entrar y ahí quedó de manifiesto lo eficaz que es la metodología”, aseguró la cofundadora de Bosque Chacay.
El predio de estos emprendedores cuenta con 16 hectáreas de extensión, pero su proyecto busca poder ampliar esta metodología a gran escala. Por ello, han postulado a diversos proyectos Corfo para llevar su rebaños hasta otros predios, los cuales no han resultado con éxito, pero afirman que continuarán intentándolo.
“Buena Cabra” es el nombre del servicio que buscan comenzar a ofrecer para lo cual requiere de capacitar personal, un vehículo para el traslado y la habilitación de una malla eléctrica que produce una descarga menor para poder delimitar el espacio en donde se alimenten estos animales y no sean nocivos para en los espacios que se dedican a la agricultura.
“En nuestro predio tenemos la mallas fijas, pero la metodología es con mallas eléctricas, las cabras ya no se acercan. Se lleva al rebaño, están los días necesarios para poder reducir el material combustible. Tiene un generador eléctrico solar y también a batería por si está nublado”, explicó Cruces.
Numerosas consultas han recibido, producto de su innovación desde la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Chile, desde la Seremi de Agricultura, y desde sus vecinos que pudieron comprobar en el lugar, que este sistema mantuvo a salvo su terreno.