REGIONAL.- La funcionaria de la Unidad de Servicios Especiales Penitenciarios, gendarme primero Cáterin Ortiz, que el pasado miércoles fue agredida por una detenida en los tribunales de Garantía de Chillán, recibió el apoyo de su institución que anunció una querella
La funcionaria de Gendarmería que se desempeña en el grupo de traslado de internos, como es habitual y conforme a los protocolos establecidos antes que asistan a la sala de audiencias del tribunal, procedió a la revisión corporal de la detenida, cuando se percató que la mujer, identificada con las iniciales R.A.D.S, portaba un elemento prohibido entre sus pertenencias, negándose violentamente a entregarlo, además de abalanzarse sobre la funcionaria para agredirla con golpes de pies y puños.
De inmediato la gendarme pudo controlar rápidamente la situación con la ayuda de otras funcionarias presentes en el lugar, reduciendo a la agresora y dando cuenta inmediata de los hechos al fiscal de turno.
La cabo Ortiz dijo que “sin provocación alguna la detenida me propinó golpes que me ocasionaron una serie de lesiones en mi rostro y en diferentes partes de mi cuerpo, pero gracias a nuestra permanente preparación como grupo especial, fue posible controlar la situación, además que he recibido mucho apoyo de mis pares, de los profesionales de la Institución y del director regional que me hace sentir orgullosa de pertenecer a Gendarmería de Chile”, aseguró la funcionaria.
Por su parte el director regional de Gendarmería, coronel Gonzalo Hermosilla Lizama felicitó a la funcionaria por su profesional actuar “que impidió que la detenida pudiera ingresar a la sala de audiencia con un elemento prohibido y profesionalmente controlar la situación que son parte de los riesgos que se exponen nuestros gendarmes, en esta lógica de procedimientos críticos diarios para dar cumplimiento a nuestra misión Institucional, como parte integral del circuito de seguridad pública, que nos obliga a estar siempre preparados para responder rápida y profesionalmente”.
Por la agresión a la funcionaria, la interna fue formalizada por la ley 20.214, decretándose prohibición de acercarse a la víctima.