AGRO.- (Diario El Centro).- Ricardo Escalona afirmó que la
industria no estaría conforme con los rendimientos alcanzados en la planta
ubicada en San Carlos, en la Región de Ñuble.
Los remolacheros locales dijeron desconocer la eventual reapertura de la planta que la empresa Iansa operaba en Linares, la misma que fue cerrada en agosto de 2018, desatando una grave crisis socio-económica en la principal ciudad del Maule Sur.
Ricardo Escalona presidente de la Asociación de Remolacheros
de Linares, reconoció que “efectivamente se han levantado muchos rumores en tal
sentido. Es una situación que constantemente nos preguntan nuestros socios y
quienes están ligado al tema remolachero. Pese a lo anterior, no tenemos nada
oficial. Los dueños (capitales ingleses) son muy herméticos en este sentido”,
dijo el dirigente.
Independiente de lo anterior, el dirigente afirmó tener
información sobre los malos resultados de la producción de azúcar en la Planta
Cocharcas ubicado en San Carlos, Región de Ñuble. “La temporada no fue buena,
hubo problemas con la planta y otros temas que manejamos reservadamente. Quizás
eso originó este trascendido”, comentó.
COMPRA DEL TERRENO
El alcalde de Linares, Mario Meza, manifestó tampoco tener
información sobre una reapertura de la industria azucarera situada en el área
norte de la comuna.
“Nosotros a fines de noviembre remitimos a la empresa una
solicitud oficial para negociar la compra de seis hectáreas de este predio.
Queremos ver la posibilidad de construir en este sector un gran pulmón verde,
donde existan zonas para la práctica deportiva y para la recreación familiar.
Nuestra propuesta no ha tenido ninguna respuesta de la compañía”, indicó el
jefe comunal.
EFECTOS ECONÓMICOS
El cierre de puertas de la Iansa Linares ha significado un
golpe duro a la economía linarense. Los propios comerciantes reconocen la falta
de circulante. Además, muchos exempleados debieron migrar a otras comunas o
impulsar emprendimientos con apoyo estatal para salir de la crisis.
“Nuestra economía está muy debilitada y el fin de esta
industria es un golpe que este año hemos podido observar claramente. El
comercio se ha visto resentido y hay menos dinero. Ojalá la empresa pudiera
reabrir la planta”, indicó la dirigente del comercio, Bibiana Urrutia.
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