AGRO.- elconfidencial.com.- Mayor población, mayor consumo de alimentos y cada vez menos
fosfato, un elemento clave para la fabricación de fertilizantes.
El problema es que el fosfato no es un elemento renovable, y actualmente no hay sustitutos conocidos y no son demasiadas las áreas de las que se extrae. A medida que el mundo consume cantidades cada vez mayores, la oferta de esta materia prima decrece de manera más apremiante.
Un grupo internacional de 40 científicos, citados por
Science Alert, acaba de lanzar una llamada de auxilio al mundo: si no se hace
nada por conservar el fosfato, nuestro planeta podría agotar sus reservas del
mismo en 50 años y causar una catástrofe global para la próxima generación.
El fosfato es un elemento químico esencial para todas las
plantas y animales de la Tierra… y para el ser humano. Cuando se extrae del
mineral, se puede usar para la fabricación de fertilizantes, para aumentar la
producción agrícola, detergentes o pirotecnia.
El problema es que el fosfato no es un elemento renovable, y actualmente no hay sustitutos conocidos y no son demasiadas las áreas de las que se extrae. A medida que el mundo consume cantidades cada vez mayores, la oferta de esta materia prima decrece de manera más apremiante.
Más demanda, menos oferta
Solo en los últimos 50 años, el fosfato usado en
fertilizantes se ha multiplicado por cinco y se espera que la demanda se
duplique para 2050. Y los científicos han lanzado el grito de alarma: no
estamos preparados para la crisis del fósforo que se avecina.
“La oferta de fosfatos es un problema muy grande. La
población está creciendo y vamos a necesitar más comida”.
Con el nivel de consumo actual, algunos científicos sugieren
que nos quedaremos sin reservas de fosfato en 80 años, mientras que otras dan
una estimación variable: 400 años los más optimistas y menos de 40 años los más
pesimistas. En lo que están todos de acuerdo es que se trata de un problema
inminente que necesita más investigación.
La experta en fosfato Marissa de Boer señaló recientemente
que la falta de conciencia pública hace de este tema la crisis ambiental
“desconocida”. “Realmente dependemos del fosfato, pero lo damos por sentado”,
dijo.
Los investigadores sostienen que la humanidad solo podría producir
la mitad de los alimentos que produce sin fosfato y nitrógeno, aunque este
último es esencialmente ilimitado, ya que constituye casi el 80% de la
atmósfera.
“Materia prima crítica”
“La oferta de fosfatos es potencialmente un problema muy
grande“, ha indicado Martin Blackwell, de Rothamsted Research, un centro de
investigación agrícola en el Reino Unido. “La población está creciendo y vamos
a necesitar más comida“.
La solución puede estar en el reciclaje y la reutilización
de este elemento tan preciado
La Comisión Europea declaró el fosfato como una “materia
prima crítica” en 2014, es decir, un recurso esencial con un riesgo
significativo en el suministro. Solo Finlandia tiene reservas en la UE y la
mayoría es comprado al bloque de Marruecos, Argelia, Rusia, Israel y Jordania,
algo que convierte al Viejo Continente en “altamente dependiente” de estas
regiones.
Las soluciones potenciales incluyen el reciclaje de fosfato
de aguas residuales humanas, estiércol y residuos de matadero, nuevas razas
vegetales que pueden extraer el mineral del suelo de manera más eficaz y
mejores estudios sobre el suelo para ayudar a poner fin a la sobre aplicación
del fertilizante. Según los científicos, el fosfato puede ser reutilizado hasta
46 veces.