Carta al director: Mi querido pueblo San Carlos

Mi querido pueblo San Carlos.- 

Hoy me he dado cuenta de que nuestro pueblo es acéfalo nadie lucha por el,

ayer tuvimos una instancia donde podíamos dar a conocer nuestro rechazo a la construcción de la megacarcel.

Aun no le toman  el peso a este proyecto si se llegara a construir que le dejaremos a nuestros hijos y nietos un pueblo viciado que tranquilidad le brindaremos a los adultos mayores.

Donde estaban nuestras autoridades diputados senadores concejales el señor alcalde, todos dicen que no están de acuerdo pero brillaron por su ausencia, ellos son la parte visible de nuestro pueblo tienen que estar junto a su gente, deben apoyar en terreno no solo de palabra.

Siempre nos ha faltado un líder que nos represente que sea porta voz de nuestras necesidades, o San Carlos no tiene gremio,  por ejemplo quien ha luchado para la pavimentación de  nuestras calles para no seguir lamentando las caídas de las personas, otro problema latente es el uso y abuso de las veredas como estacionamiento, cuando llueve los usuarios debemos bajar a la berma, porque cualquiera se estaciona dónde deben transitar los peatones.

La ocupación desmedida de los comerciantes ambulante en las calles principales.

Es una vergüenza la entrada a San Carlos por eso todos nos miran como un basurero.

Falta el compromiso de todos los sancarlinos coloquemos en nuestras casas letreros  globos negros los agricultores, transportistas,  colectiveros colegios, el comercio, hospital, consultorios, bomberos, todos, somos muchos tenemos que hacer fuerza, por la no construcción de la cárcel regional, que cada uno se haga cargos de sus presos, no es un tema político es un tema social.

Es lamentable que digan que estamos viviendo en democracia y actúan como en dictadura  se imponen las cosas, nos están imponiendo un proyecto sin consultarnos.

Vecinos sancarlinos no condenemos nuestro pueblo, dejemos que sea libre como lo ha sido hasta la hora, o sino viviremos con una cadena perpetua en nuestro corazón por no haber luchado por su libertad.

Soledad Melian