Héctor David Riquelme Sáez. “Mi familia fue el pilar fundamental para lograr salir adelante”
En agosto de 1996, después de seis meses de matrimonio, “don David” sufrió un grave accidente que lo dejó invalido; desde entonces, él ha intentado llevar a cabo una vida completamente normal, para lo cual realiza un sinnúmero de actividades de diversa índole.
Samuel Muñoz Muñoz
“David es el hombre del cual yo me enamoré, lo quiero y admiro mucho. Espero poder acompañarlo por el resto de nuestras vidas”, estas son las palabras que Aurora Fernández, utiliza al momento de referirse a quien ha sido su compañero por más de 21 años. Su historia junto a Héctor David Riquelme Sáez, popularmente conocido como “don David” es de esas pocas, en las cuales el amor sobresale por encima de cualquier obstáculo.
“Don David” es un hombre querido y respetado por todos, un hombre que ha sabido sobreponerse con fortaleza e integridad, a los obstáculos que le ha presentado la vida. De hecho, a solo seis meses de haber contraído matrimonio con Aurora, él sufrió un grave accidente en las cercanías de San Fabián de Alico, mientras se encontraba “desmochando” robles, el cual lo dejó inválido.
Desde entonces, “don David” ha enfrentado la vida como pocos lo han hecho; fortalecido por por el amor de sus padres, de sus suegros y de su esposa; pero por sobre todo, por su creencia en Dios: “Al comienzo todo fue muy difícil, igual que si uno estuviera de luto, pero gracia a Dios cuento con una familia maravillosa, ellos jamás me abandonaron, siempre estuvieron ahí brindándome todo su apoyo y respaldo”, sentencia, mientras corta leña para guardar para la próxima temporada de invierno.
“Don David” es un hombre activo, multifacético y muy trabajador. No es raro verlo transitar a un costado de la ruta N-31 mientras va a visitar a sus padres, quienes viven aproximadamente a un kilómetro de su casa. Precisamente, fueron estas mismas ganas de superación las que lo llevaron a buscar alternativas que le permitiesen generar ingresos y sentirse activo.
Fue así como llegó al trabajo en papel, rubro que ha desempeñado con gran destreza por más de 14 años. “Mira, cuando tú te encuentras en esta situación, tienes dos opciones; o echarte a morir o, seguir trabajando y salir adelante. Yo opté por la segunda, lo hice por mi mujer y por mi hija, quienes son el motor que me incentiva a seguir luchando”.
El trabajo de “Don David” es un arte admirado por todos en la comuna de San Carlos, no es difícil encontrarse con personas que admiran el esfuerzo y la dedicación con la cual le da vida a cada uno de sus cisnes. “Es increíble la paciencia que él tiene para crear estos cisnes, son una verdadera obra de arte”, comenta la señora Marta, una de sus tantas clientas. “Don David tiene un talento muy lindo, sin duda este es un don de Dios”, menciona Andrés Garrido, amigo de toda la vida.
“No fue fácil aprender a realizar este oficio, costó mucho, fue harto esfuerzo, pero finalmente tras mucho sacrificio logré obtener un buen resultado. Fueron muchos años de aprendizaje, pero yo le pongo el corazón a cada trabajo que realizó”, comenta mientras conversamos a las afueras de su casa, ubicada en el sector rural de Paso Ancho.
Es necesario mencionar que “Don David” realiza trabajos de diferentes tamaños y precios; de esta manera, dependerá del tiempo, trabajo y dedicación que le conlleve el darle vida a una de sus cisnes, el valor que este tendrá al momento de ser vendido. Sin embargo, su oficio va mucho más allá de generar solo utilidades, para él, esto es una forma de invertir su tiempo libre y de mantenerse activo:
“Yo vendo mis cisnes de dos mil, los más pequeños, hasta los 15 mil pesos los más grandes, acá tengo trabajo para todos los bolsillos; de todas formas, independiente del tamaño, uno siempre entrega lo mejor de sí para que el resultado sea el mejor”.
Actualmente, “don David” se encuentra trabajando a full para tener el mayor stock posible para esta navidad, precisamente, es esta fecha la que le brinda la mejor opción para poder vender sus productos: “Espero vender muchos cisnes en esta época, por lo mismo estoy trabajando mucho para poder cumplir con todas las expectativas que nos hemos hecho, ojalá nos vaya muy bien”, menciona mientras me cuenta parte de su vida.
Es necesario mencionar que él, de lunes a viernes se encuentra ubicado a las afueras del Banco del Estado en San Carlos, lugar donde vende sus cisnes, a grandes y pequeños, siempre con gran ánimo y una linda sonrisa:
“A pesar de todo, soy una agradecido de la vida y de todo lo que Dios me ha dado, tengo una esposa maravillosa y una hija que es mi razón de ser, no tengo nada que reprocharle al destino. A uno nos toca vivir de una u otra forma, a mí me tocó esto y mientras tenga fuerzas continuaré luchando por salir adelante”, concluye visiblemente emocionado.