Trece individuos con sus rostros ocultos con gorros "pasamontaña", provistos de armas de fuego, ingresaron hasta
un fundo, ubicado en el sector de Gaona, en donde maniataron e intimidaron a los trabajadores para sustraer especies y animales.
La noche del miércoles alrededor de las 20 horas un grupo de sujetos ingresó al predio de Enrique Ruz Alfaro, ubicado a unos 6 kilómetros al norte de San Carlos, en el sector de Gaona.
La noche del miércoles alrededor de las 20 horas un grupo de sujetos ingresó al predio de Enrique Ruz Alfaro, ubicado a unos 6 kilómetros al norte de San Carlos, en el sector de Gaona.
El numeroso grupo de delincuentes llegó primero hasta la casa del inquilino, Patricio Herrera, donde estaba la esposa de este, Ana Orellana y sus dos hijas de 8 y 11 años, a quienes los sujetos redujeron maniataron y las mantuvieron dentro del hogar y posteriormente alrededor de las 20 horas, las trasladaron hasta la casa patronal donde parte del grupo de delincuentes había reducido al dueño de casa Enrique Ruz y tres personas que estaban con él, el inquilino, el suegro de Herrera y un nieto de este, que habían venido a conversar para solicitar trabajo en el fundo.
Los delincuentes, todos con el rostro cubierto y usando guantes, ingresaron a los rehenes al living de la casa y los obligaron a sentarse en los sillones con la cabeza entre las piernas para que no vieran nada.
Inmediatamente comenzaron a registra la vivienda y las pertenencias del dueño de casa, a cual le sustrajeron un reloj rolex de oro, un anillo de oro y un millón de pesos en efectivo, ademas de un plasma, un espejo grande y licores.
Cuando ya habían robado en la casa y cargado unos animales, los individuos les amenazaron que no debían salir de la casa antes de una hora y si lo hacían los matarían a todos, ya que iban a dejar gente afuera.
Los delincuentes huyeron con un automóvil mercedes benz y se llevaron además unos 40 vacunos de las razas Angus rojo y pirenaico, que cargaron en dos camiones, según se dijo en el lugar.
Si bien los delincuentes utilizaron armas para amedrentar a sus víctimas, tuvieron algunas "consideraciones", como por ejemplo, accedieron a no taparle la boca al dueño que casa, quien les manifestó que sufría de asma, ante lo cual incluso le dieron un vaso de agua. Respecto del automóvil que se llevaron, su propietario les advirtió que no lo aceleraran demasiado, ya que tenia aun problema en su dirección, los delincuentes a cambio no se llevaron su billetera con sus documentos, tarjetas y cheques, "ya que son todos nominativos y nos pueden pillar por los cheques" habría manifestado un de los 13 sujetos.
Transcurrido un tiempo prudente el inquilino y el suegro de este salieron de la casa en busca de un teléfono y llamó a Carabineros y posteriormente, a solicitud de la fiscalía, se hizo presente la Brigada de Robos de la PDI, quienes trabajaron durante toda la jornada en este caso, el cual se sigue investigando.
Aun cuando la policía ha trabajado con total hermetismo, una de las líneas investigativas dice relación con personas que han trabajado anteriormente en el predio, ya que los delincuentes tenían información del lugar y de las personas que allí trabajan y viven.