"Para cortar no hay que ejercer fuerza",
asegura el chef Mathieu Michel, mientras rebana un zapallo italiano en perfectas rodajas. Agrega que además de la experiencia previa, la clave está en la calidad del cuchillo. Invertir en una buena pieza es fundamental, dice el especialista. También hay que guardarlos en lugares donde no tengan contacto con otros elementos, idealmente sobre imanes, para evitar que pierdan el filo y lavarlos inmediatamente después de cortar alimentos ácidos, como tomates y frutas.
Las ollas son otro elemento esencial. La dueña de Coquinaria, Alejandra Elgueta, recomienda las de fierro fundido para preparar platos como risottos o guisos, y las de acero inoxidable para tallarines y otros alimentos que necesitan menos calor. Una mandiola de calidad también es esencial, agrega, junto con un moledor de sal y de pimienta. "La gracia de las ollas de alto nivel es que su presentación permite llevarlas hasta la mesa, y evitar así que la comida se enfríe". En cuanto a las sartenes, hay que tener al menos dos: una para panqueques y tortillas, y otra de fierro para, por ejemplo, preparar la salsa para los tallarines pues en estas los alimentos se cocinan con más sabor.
Por Paulina Valenzuela
Por Paulina Valenzuela