La exigencia de Estados Unidos es para el producto fresco. Los productores temen pronósticos que anuncian lluvias en diciembre, cuando se inicia la cosecha.
Curiosamente, la exigencia de los Estados Unidos de fumigar en destino los arándanos que se exportan a ese país procedentes de tres regiones de Chile, está resultando positiva para los productores convencionales que envían producto fresco, ya que se evitan dos revisiones que anteriormente se hacían en origen para autorizar las exportaciones, que eran las del SAG y las de USDA. Así lo explica Félix Valdés, empresario y representante de la empresa asociativa de productores y exportadores de frutas New Day Fruits (NDF), que agrupa a cuatro emprendimientos ñublensinos que están figurando entre las 15 empresas líderes de envíos de arándanos frescos convencionales al exterior.
En todo caso, el productor lamenta que este panorama que les produce un pequeño alivio a los productores convencionales de producto fresco, sea lo contrario para los productores orgánicos, que están perdiendo su condición y el sobreprecio que esto significaba, ya que la fruta al ser fumigada pierde su condición de orgánica.
Félix Valdés aclara que el hecho de fumigar en destino no significa que los productores de arándanos se descuiden en sus programas de control y erradicación de la Lobesia Botrana o Polilla del Brote de la Vid, ya que es un desafío conseguir que la provincia sea reconocida por Estados Unidos como libre de esta plaga y las exportaciones vuelvan a su cauce normal. El empresario afirma que EE.UU. es el destino de entre el 76% y 86% de la producción chilena, por lo que es un mercado que hay que cuidar.
Explica también que el hecho de fumigar los arándanos frescos, implica sacarlos de un ambiente frío controlado y subirles la temperatura a 16 ó 18 grados, lo que implica que la fruta que se exporta llegue en malas condiciones al destino final. Por ello, el país desplegó acciones diplomáticas y comerciales para resolver el problema con la aplicación de Bromuro de Metilo en el destino de la exportación, es decir en Estados Unidos, en lugar de el origen. Esto por el tiempo que se gana al interrumpir la cadena de frío después de su travesía en barco, como se puede apreciar en la infografía de esta página.
Reconoce que todo episodio negativo, como el que ocurrió hace dos años, cuando se exigía la fumigación del producto fresco en origen debido a la Lobesia Botrana en las exportaciones a EE.UU. -sistema con el que los envíos se hacían inviables- genera oportunidades y dio una señal a los exportadores para diversificar el mercado, que en su caso les permitió explorar alternativas como Canadá y China.
Perspectivas de la temporada
Perspectivas de la temporada
Consultado sobre las perspectivas para la cosecha de esta temporada que se inicia en diciembre, Valdés señala que "las plantas expresan un año de mucha fruta y además, la producción en Estados Unidos terminó antes que en un año normal, por lo que vamos a llegar cuando exista poca oferta y buenos precios".
No obstante, igual existe preocupación entre los productores por los pronósticos del tiempo, como fue advertido por el experto de la Universidad de Chile, Fernando Santibáñez, quien hace unos días en Chillán anticipó que para fines de año se podrían presentar lluvias cortas, pero de alta intensidad. Otras situación que los tiene en alerta es el anuncio de heladas para fines de octubre, lo que también podría traer algunos problemas.
El empresario señala que todos los productores están tomando muy en serio las recomendaciones de los expertos para establecer medidas de protección de sus huertos, gestionando el riesgo climático, ya sea con protección física como son los techos u otras aplicaciones antiestrés de las plantas, ya que la situación climática cambiante que está provocando el calentamiento global se hace cada vez más evidente.
Confirma igualmente que la preocupación se hace extensiva a otros cultivos frutales de la zona, como es el caso de los cerezos que resultan extremadamente sensibles a las lluvias en períodos de madurez, ya que provocan partición y pérdidas mayores. Valdés agrega que gran parte de los productores de arándanos complementan sus huertos de berries con la plantación de otros frutales y que es una forma de extender la temporada de cosecha, en una acción de estrategia para prolongar la oferta laboral para sus cosecheros.
Se trata de un tema no menor, ya que comenta que solo para los trabajos de su empresa Lomas de Quinchamalí, en la temporada alta de arándanos, requiere contratar 400 cosecheros, que resultan vitales para el éxito de la campaña.
No es un misterio que la mano de obra ante el crecimiento explosivo que están teniendo los huertos frutales en Ñuble es un factor que se está poniendo tan crítico como las consecuencias del cambio climático.
No es un misterio que la mano de obra ante el crecimiento explosivo que están teniendo los huertos frutales en Ñuble es un factor que se está poniendo tan crítico como las consecuencias del cambio climático.