Parte fundamental de las celebraciones patrias son los
productos como la carne y la cebolla, que tienen una gran demanda durante estas
fechas de la independencia nacional.
Las ferias libres en nuestro país son un muy buen lugar para
encontrar entre otros las necesarias cebollas. Siendo a la vez parte importante
de nuestra identidad y son también
espacios preciosos de historias y de vidas intensas.
Nuestro país está lleno de Reyes, que responden a una
dinastía popular. En San Carlos es posible encontrar en la Feria Libre a un Rey
particular , “El Rey de la Cebolla” Carlos Urra. Lleva 36 años dedicado de
manera exclusiva a la venta de cebolla, conoce los secretos de este producto,
los altos y bajos como ningún otro.
“Comencé en la feria acompañando a mi padre (Leopoldo Urra)
cuando yo recién tenía 8 años, recuerdo que partí cuando la feria se hacía en
la calle Matta, entre Chacabuco y O’Higgins… a los dos con mi hermano, mi padre
nos enseñó los secretos mejor guardados de una vida dedicada al comercio… “ nos
cuenta Carlos Urra y hace recuerdos con un afecto y una lucidez de años y años
entregados al “comercio feriano”.
“Me inicié con mi propio negocio cuando tenía 16 años y pensé
que la cebolla podría ser una buena oportunidad… la cebolla tiene una larga
duración y no se descompone como otros productos, como el tomate y la palta,
por ejemplo… - nos dice- con la cebolla es posible incluso dar vuelta el año
completo, aun cuando hay algunas pérdidas en general si se guarda una buena
variedad la duración es muy larga”
“En esto de la cebolla nunca se sabe, hay años buenos y
malos, así como he ganado también me ha tocado perder, una vez vendí un auto
para invertír toda la plata en cebollas, el año vino malo y nadie compró,
incluso cuando la regalaba la gente no quería cebolla… perdí, pero es parte del
aprendizaje… si bien la cebolla se vende durante todo el año, los meses de
agosto y septiembre son los mejores… cuando vienen los brasileños a comprar
cebolla a Chile , el precio sube mucho, ellos vienen en julio y entonces es
posible tener mejores utilidades, pero la verdad esto es una verdadera lotería,
este año ha estado bueno el precio, pero como le digo: uno nunca sabe” nos
comenta Carlos.
Dejamos a Carlos, en medio de un millar de cebollas, que
serán seguramente parte importante de las celebraciones, pasando a convertirse
en uno de los productos más típicos del consumo celebratorio nacional como son
nuestras empanadas.