Desde que comenzó a gestarse la idea de
convertir a Ñuble en una región, hace ya veinte años, las voces contrarias a
cambiar la actual división político administrativa -creada en dictadura- no han
cesado.
Lo vivieron en carne propia Arica y Parinacota
y Los Ríos, cuyos proyectos para convertirse en región ingresaron el 2006 al
Parlamento.
Durante la discusión legislativa surgieron
diversos argumentos contrarios a la idea de dividir las entonces regiones de Tarapacá
y Los Lagos, los que se basaban principalmente en la pérdida de competitividad
de ambos territorios, frente a la Región Metropolitana.
Pese los escollos que encontraron ambas
iniciativas, fueron aprobadas, y las nuevas unidades administrativas debutaron
en 2007. Paralelamente, Ñuble, que fue descartada en dicha oportunidad para
convertirse en región, siguió trabajando, a través de su comité pro región.
En agosto pasado, la Presidenta Michelle
Bachelet envió al Parlamento el proyecto de ley que crea la nueva unidad
administrativa, lográndose el primer gran apoyo: el del Ejecutivo.
La tarea ahora es convencer a los
parlamentarios, tarea en la que los legisladores locales tendrán un rol clave.
¿Qué escollos deberá sortear el proyecto
durante su paso por el Congreso?
Se espera que en octubre próximo, la comisión
de Gobierno Interior, Descentralización y Regionalización del Senado inicie la
discusión de la iniciativa. Hasta el momento, existe una disposición positiva
de parte de cuatro de sus cinco miembros, luego que Felipe Harboe (PPD)
ingresara a la instancia en reemplazo de Rabindranath Quinteros (PS), quien se
había manifestado en contra.
Ausencia de representantes PS y RN
Si bien el senador Quinteros no participará
del debate del proyecto durante su paso por la comisión de Gobierno, su postura
al interior del Partido Socialista sí podría influir a algunos parlamentarios
de esa colectividad.
Un tema no menor, si se considera que Ñuble no
cuenta con representantes de esa tienda política que puedan abogar por la
iniciativa, no obstante, según el presidente del comité Ñuble Región, Hérex
Fuentes, esta cuenta con el respaldo de la presidenta nacional del partido,
Isabel Allende.
Quien tampoco cree que sea un escollo el hecho
de no contar con legisladores PS, es el senador Felipe Harboe.
“En el PPD tenemos una muy buena relación con
el PS, y en lo personal, haré todas las gestiones para alinear a sus
representantes con el proyecto presentado por la Presidenta Bachelet”, sostuvo.
Loreto Carvajal, en tanto, teme que si el
proyecto no avanza rápido en el Congreso, pueda “tropezar” al asumir en marzo
la presidencia de la Cámara de Diputados, el socialista Osvaldo Andrade.
“El hecho que el proyecto ingresara en agosto
beneficiará su tramitación, ya que tenemos como presidente de la Cámara de
Diputados a Marco Antonio Núñez, de mi mismo partido, quien de todas maneras
nos va a apoyar, para darle una pronta discusión. El próximo año asumirá la
presidencia Osvaldo Andrade (PS), quien es santiaguino. No dudamos de su disposición,
pero nosotros no contamos con parlamentarios socialistas en la provincia”,
sostuvo la diputada.
Otra ausencia que se notará será la del
diputado de RN, Rosauro Martínez, quien actualmente se encuentra desaforado.
Sin embargo, desde la UDI, el senador Víctor Pérez adelantó que se encargará de
alinear a los parlamentarios de la Alianza.
La idea de las macrorregiones
Muy difundida y aplicada en Europa durante las
décadas de los 80 y 90, la idea de las macrorregiones volvió a tomar fuerza a
nivel local hace unas semanas, luego que el ex Presidente Ricardo Lagos
criticara el envío al Congreso del proyecto de ley que crea la Región del
Ñuble.
“Si seguimos así, vamos a terminar con las 25
provincias que teníamos antes, ya lo vemos. Seamos serios. Chile no da para más
de seis o siete regiones”, sostuvo el ex Mandatario, pensamiento que fue
refrendado por miembros de la comisión de Gobierno del Senado, como
Rabindranath Quinteros y Andrés Zaldívar, y que comparten también otros
personeros, quienes podrían poner en tela de juicio la división de la actual
Región del Bío Bío.
De inmediato, parlamentarios como el senador
por Los Ríos, Alfonso de Urresti (PS), salieron a defender la idea de conformar
territorios sobre la base de la identidad. Es más, el legislador destacó lo
positivo que había resultado para su zona, haber tomado las riendas de su
destino, situación que corroboró el presidente del Consejo Regional de Los
Ríos, Hugo Ortiz de Filippi, quien destacó la mayor eficiencia presupuestaria a
la hora de administrar un territorio más pequeño y cohesionado.
Avalancha de solicitudes
Expectantes respecto de lo que ocurra con
Ñuble se encuentran otras zonas del país que también aspiran a convertirse en
región: Aconcagua, Maule Sur, Limarí-Choapa y Chiloé son algunas de ellas.
Al aprobarse el proyecto ñublensino, algunos
estiman que estos territorios tendrán más bases para exigir separarse de sus
actuales regiones, argumentos que esgrimen algunos sectores para poner cautela
al respecto.
Si bien el ex senador, José Antonio
Viera-Gallo (PS), apoya la idea de la creación de una nueva región, tiene sus
reparos en cuanto al hecho de que se preste como nuevo antecedente para otras
localidades que tienen como finalidad la también creación de nuevas regiones.
“El único problema que tengo con este proyecto
es que pudieran otras zonas del país aspirar a lo mismo. Tal es el caso de San
Felipe y Los Andes, lo mismo dentro de la Séptima Región donde entiendo, existe
esa idea. Pero si ocurrió lo mismo en el pasado con Valdivia y con Arica, no
veo por qué no puede acontecer lo mismo con Ñuble, que tiene todas las
características para ser región. Por lo que espero que se pueda materializar y
que se tramite pronto”, aseveró Viera-Gallo.
Costo-beneficio
Diez mil millones de pesos fue el costo de
instalación de la Región Los Ríos, hace una década, mismo monto contemplado en
el proyecto que creó la Región de Arica. En ambos casos, solo se agregó una
provincia.
Diferente es el caso de Ñuble, que
preliminarmente contempla $17 mil millones para instalar dos provincias más.
Esto, para algunos parlamentarios, es un gasto innecesario, pese a que se trata
de una glosa que se cargará recién en el presupuesto 2018. El Ejecutivo deberá
contrarrestar estas aseveraciones con argumentos sólidos respecto del análisis
costo-beneficio que se ha hecho de la creación de la nueva región.
Centralismo capitalino
Poco antes que se enviara el proyecto que crea
la Región del Ñuble al Congreso, el senador del MAS, Alejandro Navarro,
advirtió que el principal enemigo que encontraría la iniciativa estaría al
interior de la propia Nueva Mayoría.
“Hay interesados en que esto no se
materialice. Al interior de la Nueva Mayoría se ha llegado a poner en tela de
juicio la necesidad de crear esta región, y yo creo francamente que la
ciudadanía tiene todo el derecho de preguntarle a los partidos políticos -no a
nivel regional, postura que influye muy poco-, sino a nivel nacional, cuál es
su visión al respecto. Es más, se deberían establecer compromisos escritos y
firmados, a fin de que se concrete la Región del Ñuble, si no, podemos tener
sorpresas”, auguró el parlamentario, aludiendo directamente a sectores de la DC
y el PS, que no estarían dispuestos a perder sus cuotas de poder.
“Hay quienes insinúan que se podría retroceder
desde la cómoda situación actual, en que tenemos quince intendentes que se
reparten entre tres partidos del conglomerado. Hay cuatro partidos de la Nueva
Mayoría que no tienen intendentes, liderazgos que sin duda se van a disputar.
Lo más probable es que los actuales partidos con jefes regionales pierdan
hegemonía y pierdan liderazgo. Es una visión mezquina, estrecha, pero que
lamentablemente se empieza a imponer”, sostuvo.
Ofensiva penquista
Con cautela es mirada desde Concepción la
posible separación de Ñuble de su territorio.
Según los penquistas, la nueva unidad
administrativa quedaría en una postura débil frente al resto del país, y
dejaría a Bío Bío disminuida en relación a las regiones Metropolitana y de
Valparaíso, quedando relegada a un tercer lugar, algo que es desestimado por el
estudio de la Universidad de Concepción encargado por la Subsecretaría de
Desarrollo Regional.
De acuerdo a este, Ñuble quedaría con 21
comunas y Bío Bío con 32, lográndose un equilibrio a nivel nacional. Además,
Bío Bío prácticamente no disminuiría su inversión pública efectiva, con menos
población y superficie que administrar.
Otro punto que se ha atacado, es la viabilidad
técnica de que Ñuble se convierta en región. En 2003, un estudio del Instituto
de Geografía de la Pontificia Universidad Católica, que creó el Índice de
Coherencia Regional para medir la factibilidad de un territorio para
convertirse en región, arrojó que Ñuble se situaba por encima de Arica, y la
posicionó por sobre Maule, Coquimbo, O´Higgins, Atacama, Antofagasta y
Tarapacá, en cuanto a condiciones generales del territorio.
Experiencia de Arica y Los Ríos
Diversos investigadores postulan que la
creación de nuevas regiones no contribuye a mejorar las condiciones de vida de
sus habitantes y a aumentar los índices de desarrollo. Sin embargo, tanto en el
caso de Arica como en el de Los Ríos, el Fondo Nacional de Desarrollo Regional
(FNDR) ha aumentado en relación a cuando eran provincias. Solo en el caso de
Los Ríos, de $5 mil millones que recibía como provincia en 2005, llegaron el
2015 a $40 mil como región. También ha bajado el desempleo, y ha aumentado el
parque automotor en ambas regiones.