Pese a las multas
comerciantes insisten en que no se le puede negar la patente ni impedir su
funcionamiento
Mientras uno de los
afectados decidió ir a dormir a la cárcel y no pagar una multa, en total son 13 los comerciantes locales que están enfrentados al municipio por el tema de
las maquinas de juegos.
Hay un vacío legal
que hasta la fecha no ha sido solucionado
por la legislatura.
Luego que el municipio
decidiera clausurar estos locales, nuevamente han aparecido en el centro de esta ciudad, pese
a que el JPL registra 216 causas por infracción a la ley de rentas municipales
por máquinas de juegos de azar.
Estas causas han
sido emprendidas contra 13 comerciantes locales,
El municipio ha
recaudado unos 17 millones 500 mil pesos en multas de 100 de estas causas, también
ha sobreseído 18, tiene una rebeldía y otras se encuentran en tramitación y algunas
con apremios pendientes.
Las máquinas de
juegos esconden una batalla que se arrastra por más de cinco años, entre la
Asociación Chilena de Casinos de Juego y los dueños de estos emergentes locales
de entretenimiento. Una discusión entre lo legal y lo ilegal, al medio de la
cual quedan los municipios, quienes entregan las patentes de funcionamiento o
clausuran los establecimientos.
El verdadero centro
de la discusión es el azar. “Estos juegos de barrio lo son, pues se activan
introduciendo una moneda, y lo que haga el jugador es irrelevante para el
resultado. La máquina actúa y se determina por un algoritmo, que es una fórmula
matemática, y que en el caso de las máquinas ilegales no está regulado y
siempre va en perjuicio del jugador”, ha dicho Juan Carlos Manríquez, abogado de
la Asociación Chilena de Casinos de Juego.
Por su parte Sebastián
Salazar, vicepresidente de la Asociación Gremial de Fabricantes Importadores de
Entretenimientos electrónicos (Fiden), entidad que representa a los locales que
trabajan con estos tragamonedas en las diferentes comunas, ha respondido: “Las
máquinas que nosotros usamos no son de azar, sino de premio programado. Los
juegos de casino tienen un sistema que se llama RNG (Randon Number Generator),
según el cual cada vez que se aprieta el botón de inicio comienza un nuevo
sorteo. Es decir, se juega completamente con el azar. Cada sorteo es
independiente”, esgrime.
Las utilizadas por
su sector, en cambio, serían “en apariencia similares, pero no tienen RNG. O
sea, la placa o programa tecnológico con que están hechas ya viene con el
patrón de premios establecido. En promedio, las que hay en Chile permiten 10
mil jugadas por máquina”. Por lo tanto, según añade, el premio no es azaroso,
sino cíclico. Siempre está en la misma jugada.
La Fiden pide que
se reconozca la existencia de estas máquinas. “Queremos que se nos regule, se
nos cobre el IVA y se nos grave con un impuesto específico de 5%, que iría
directamente a los municipios”, reclama Salazar.
El abogado Héctor
Mella que representa a varios comerciantes sancarlinos, también asegura que no
son de azar. “Esta cadena, como otras, es absolutamente legal. No existe ningún
peritaje científico en Chile que acredite que estas máquinas son de azar. Al
contrario. Nos hemos cansado de demostrar, en diferentes juicios, que son
juegos de habilidades y destrezas, en donde en jugador detiene con el botón las
figuras o números en determinado momento para ganar. Y tenemos estudios y
pericias judiciales que así lo demuestran”.
Este profesional ha
iniciado varias acciones ante los
tribunales en contra de la municipalidad de San Carlos cuyos resultados están próximos a conocerse.