Auto en que
viajaban las víctimas era manejado por hijo de 16 años y fue impactado por dos
camionetas.
Acuña Fuentes
ocupaba el asiento del copiloto del vehículo Datsun 150 Y, color azul, que
conducía su hijo de 16 años.
Una primera versión
de lo ocurrido apunta a que el vehículo menor se dirigía en dirección al
oriente y se detuvo para virar hacia su izquierda e ingresar al callejón que
conduce a la Villa Don Ramón, donde fue impactado por alcance por la camioneta
Mitsubishi color blanca, guiada por Jorge Rubilar Millar, lo que proyectó al
Datsun hacia la pista contraria, carril por donde venía otra Mitsubishi en
dirección al poniente, recibiendo así un segundo y enérgico impacto.
La fuerza de la
colisión se evidenció no solo con el estado en que quedó el Datsun, sino en que
incluso el motor de éste fue proyectado metros más allá.
Testigo del impacto
fue la copiloto de la camioneta gris que venía desde las Termas de Chillán,
Danitza Droguett, y quien relató las causas del accidente. “Nosotros somos de
Rancagua, y estábamos bajando de las Termas, terminando las vacaciones.
Llegando a este punto, de repente vimos que se nos vino encima el auto azul,
todo fue muy rápido y después de impactar con ellos, nos estrellamos contra la
barrera de contención. Cuando me logré incorporar y nos bajamos con mi marido
(Marcos Vidal Gálvez, transportista) vimos a un joven que estaba gritando, muy
alterado, para que ayudaran a su papá que estaba tendido en el suelo, y que era
el caballero que murió”.
Danitza, quien
quedó con contusiones en el abdomen debido a la presión ejercida por el
cinturón de seguridad, fue la cuarta persona lesionada en el accidente, sin
embargo no fue necesario llevarla al hospital.
“Nos bajamos solos,
y más que nada porque estaba saliendo mucho humo de la camioneta y pensamos que
se podía empezar a quemar”, dijo.
Luego de la llegada
del SAMU, se evaluó al adolescente que manejaba el vehículo y se decidió
trasladarlo al Hospital Herminda Martín, junto a la tercera ocupante del
Datsun, María Eugenia Alarcón, su madre, quien debió ser retirada por Bomberos
desde el interior del vehículo y llevada a Urgencias en el Hospital Herminda
Martín de Chillán, lugar donde pese a los intentos por salvarla, murió a causa
de las lesiones.
Declaraciones
divergentes
Iniciada la
participación de la SIAT de Carabineros Ñuble en el lugar del accidente, el
capitán Carlos Cortés, jefe de esta unidad especializada, se encontró con dos
declaraciones divergentes.
“La primera es la
que apunta a que la camioneta blanca colisiona al vehículo azul que estaba
esperando poder doblar a su izquierda, y que a raíz de este impacto cruza el
eje de la calzada, siendo colisionado por la otra camioneta que venía desde el
oriente”, ratifica. Sin embargo añade que “existe luego otra versión, que es la
declaración del conductor de la camioneta blanca y que dice que el auto azul
cruza el eje, que es impactado por la camioneta gris y que por proyección
colisiona con él, que venía atrás”.
Es por esto que
será necesario la medición de las huellas y posición de los vehículos a través
de un programa especial de Carabineros para poder determinar la secuencia real
de impactos y establecer responsabilidades, razón por la que aún no hay imputados
en esta causa.
Cortés recordó que
ese tramo del camino a Pinto “sigue siendo zona urbana, por lo tanto la
velocidad máxima permitida es de 60 kilómetros por hora, pero es cosa de
pararse a mirar para ver que casi nadie lo respeta”.
Fuente:ladiscusion.cl