Del total, casi 400
mil son adultos, de entre 34 y 44 años, que recibieron sólo media dosis.
Al menos 650 mil
chilenos no cuentan con inmunidad contra el virus del sarampión. Así lo
confirmó el Ministerio de Salud, considerando tanto la población que no ha sido
inoculada, como las personas que no recibieron la dosis necesaria para generar
anticuerpos que eviten el desarrollo de la enfermedad.
De ese grupo, 250
mil son niños menores de seis años que, debiendo haber recibido dos dosis -una
a los 12 meses y la segunda en primero básico- no fueron vacunados.
“Entre esos, hay
grupos antivacunas que por ignorancia están exponiendo a sus hijos y al resto
de la sociedad a que enfermedades ya erradicadas, vuelvan. Tener 250 mil niños
en el país sin vacuna indica que estamos mal
y que tenemos que sensibilizar a las familias sobre esto”, dice Nelly
Baeza, coordinadora del Programa de Salud Pública de la U. Central.
A ellos, se suman
400 mil personas, de entre 34 a 44 años, que tampoco están inmunizadas contra
el sarampión. Se trata del 20% de los dos millones de chilenos, nacidos entre
1971 y 1981, que no recibieron la vacuna completa, sino la mitad.
¿A qué se debió la
administración de dosis más bajas? Según Fernando Muñoz, jefe de inmunizaciones
del Minsal, a los altos costos que implicaba para el país la adquisición de un
nuevo sistema de inmunización, a fines de 1960. “Dado que la vacuna era muy
cara y el sarampión una causa de muerte muy relevante en los niños, el Ministerio de Salud de la época
hizo un estudio en algunas personas y las vacunó con la dosis enteras, a otras
con la mitad, e incluso con un cuarto, para ver si con la mitad de la dosis se
lograba inmunidad suficiente”.
Muñoz agregó que,
en la época, también se resolvió adelantar la vacunación y suministrarla a
lactantes de nueve meses, por la alta mortalidad del sarampión en los menores
de un año. “Quedaron muchos niños con baja inmunidad y en los que fueron
vacunados con media dosis, se vio que la inmunidad había bajado con el tiempo,
es decir, si bien tenían anticuerpos, no duraban tanto”, acotó.
Este grupo de 650
mil personas es el que apuntan los expertos como prioritario a la hora de
plantear una campaña excepcional de vacunación contra el sarampión. Eso, luego
de que en las últimas dos semanas se registraran dos casos de la enfermedad en
la Región Metropolitana; un hombre de 31 años y una lactante de 10 meses, cuyo
caso está en estudio para definir si es autóctono, lo que encendería las
alarmas respecto de la circulación del virus en el país, que está libre de este
tipo de casos desde 1992.
“Si resulta ser un
caso autóctono, es probable que se deba vacunar a ese grupo, para poder
mantener al país libre de sarampión y evitar la propagación”, añadió Baeza.
Por su parte, la
epidemiologa de la U. de los Andes, María Teresa Valenzuela, sostuvo que, de
confirmarse un caso autóctono “se deberán tomar medidas más agresivas. Lo
importante, por ahora, es reforzar la red para mantener una buena vigilancia
epidemiológica que detecte casos sospechosos y reforzar el llamado a que los
niños se vacunen”.
Hasta ahora, sin
embargo, las autoridades de Salud descartan una campaña excepcional para los
adultos, aunque se evalúa adelantar para julio, el plan programado a realizarse
entre octubre y noviembre.
“En este momento no
está la indicación para los adultos, solamente para los niños”, dijo la
ministra de Salud, Carmen Castillo.
G. Sandoval y M.J.
Jarpa / 03/06/2015