Jefes de partido
demandaron al gobierno reconocer veracidad de trabajos previos a la campaña
oficial de Michelle Bachelet.
Además, Quintana
agregó otros antecedentes. Lamentó la existencia de una presunta filtración
desde el Servicio de Impuestos Internos, la que tendría por objeto perjudicar
al ex ministro del Interior Rodrigo
Peñailillo. Por último, el dirigente finalizó con algunas sugerencias a los
ministros, en particular para el titular de Interior, Jorge Burgos; tener mayor
cuidado al referirse a la precampaña y a Peñailillo, de quien se estaba dando
por entendido que sus labores para preparar el aterrizaje de Bachelet en Chile
habían sido a título personal, situación que no se condecía con la realidad.
En este minuto de
la reunión, el clima ya se había tornado particularmente tenso. La aspereza, en
todo caso, se vio incrementada con la respuesta del jefe de gabinete.
“¿Qué es lo que
quiere decir?”, inquirió Burgos, alzando levemente el tono de su voz. Acto
seguido, el ministro recalcó que sus intervenciones eran con el visto bueno de
la Presidenta, por lo que conminó a Quintana a comunicarse directamente con Bachelet
si tenía mayores cuestionamientos, según relatan fuentes que participaron de la
cita oficialista.
La escena, en todo
caso, sintetiza la tensión entre la Nueva Mayoría y La Moneda. Tanto al
interior del comité político como una vez terminada la reunión, los timoneles
coincidieron en demandar un sinceramiento de la existencia de una precampaña
presidencial de Michelle Bachelet.
Y si bien los
ministros de Palacio no fijaron una postura, sí se comprometieron a sostener
una nueva reunión con los dirigentes partidarios para abordar específicamente
el tema, encuentro que se llevaría a cabo hoy en el Congreso de Valparaíso. Así
lo anunció el vocero de gobierno, Marcelo Díaz quien, mientras se desarrollaba
el comité político, salió en más de una ocasión del salón de Interior -lugar
donde se lleva a cabo el comité político- para coordinarse con la jefa de
gabinete de la Mandataria, Ana Lya Uriarte.
Los jefes de
partido, en tanto, reconocieron esta discusión abierta.
“Hay que hablar con
franqueza a la ciudadanía, le debemos una explicación. Debería hacerlo el
gobierno y los partidos de la Nueva Mayoría. Los partidos tenemos distintas
miradas, pero tenemos que ponernos de acuerdo en una sola. Si no, vamos a
seguir dependiendo de que aparezca una nueva boleta”, dijo el presidente del PC
y vocero del bloque de gobierno, Guillermo Teillier. “Y eso ya lo conocemos, el
daño ya está hecho”, agregó.
“Llegó la hora de
sincerar ese periodo. Algunos le quieren poner precampaña, eso no es lo
central”, sostuvo el presidente del PPD, senador Jaime Quintana. “Llegó el
momento de la verdad: efectivamente hubo un trabajo de precampaña. Seguir
tapando el sol con un dedo no me parece de buen juicio”, dijo el presidente del
PR, Ernesto Velasco.
El dilema sobre la
existencia de una precampaña en la repostulación de Bachelet se arrastra desde
que La Tercera revelara que la empresa AyN Spa -del recaudador oficialista
Giorgio Martelli- efectuó pagos a una veintena colaboradores del comando de
Bachelet, muchos de los que asumieron posteriormente funciones de gobierno.
En privado,
dirigentes de la coalición reconocen preocupación por el testimonio de tres
días de Martelli ante Fiscalía. Esto porque la conclusión obvia de lo extenso
del interrogatorio es que “lo contó todo”.
E. Ganora, M. E.
Álvarez y C. Carreño / 02/06/2015