Argumentan que se hace en un
momento en que causa un tremendo perjuicio a productores y trabajadores
agrícolas y provoca un daño irreparable a la imagen país.
Aunque hasta aquí aparentemente
han pasado inadvertidas las consecuencias que puede tener el paro portuario que
afecta a los puertos de San Antonio al norte, al que los trabajadores de los
embarcaderos de la Octava Región solo se sumaron por dos días la semana pasada,
hay molestia en la cadena de los berries, que fue expresada, entre otros, por el ejecutivo de Frutícola Olmué en
Chillán, Max Hassler, quien calificó que más que ante una huelga, se estaba
ante un “chantaje”.
El empresario explicó que usa este
duro término por el momento en que se hace la movilización, en plena
exportación, utilizando para presionar al gremio de productores de berries que
reciben esto como “una cuchillada por la espalda”, luego del episodio de las
trabas momentáneas que se puso a las exportaciones de arándanos frescos a
EE.UU., debido a un brote de la plaga de
la vid Lobesia Botrana, que ya les causaron daño.
Dijo que no resulta legítimo
presionar con empresarios que arriesgan la inversión y trabajo de todo el
año. Además, porque el daño que provocan
a la imagen país es irreparable, “y nos hacer perder confianza, ya que se cae
en incumplimientos, lo que es grave”.
En todo caso, aclaró que a su
empresa la situación no está causando daño directo, porque solo exportan productos
congelados, que tienen mayor vida post cosecha que la fruta fresca.
El productor de berries y
ejecutivo de Vitra, Jorge Sandoval, ratificó lo dicho por Hassler, agregando
que aquí hay una maniobra política que no tiene en cuenta que los productores
de arándanos frescos, que son los más perjudicados por su paralización en esta
zona. Ya enfrentan un año con menos rendimientos del orden de un 30% debido al
clima, a lo que se sumó el problema con Estados Unidos y ahora esto. Dijo que
las consecuencias no solo complican a los agricultores, ya que tras esto hay mucha mano de obra directa e indirecta
comprometida.
Por su parte el ejecutivo local
de Comfrut, Andrés Acuña, quien señaló que no era su área el tema de los
embarques portuarios, por lo que no manejaba antecedentes de la real dimensión
que estaba tendiendo el problema, coincidió con los otros entrevistados que la
situación causa un tremendo daño a las exportaciones agrícolas chilenas y que personalmente ya ha recibido
inquietudes de clientes internacionales que consultan sobre qué está pasando.
“Son clientes que tienen compromisos de
entrega y se inquietan con estas situaciones”, precisó.
Acuña señaló que aún queda por
cosechar un 30% de la producción de arándanos en la zona y que la mayor parte
se embarca en fresca. Parte de este remanente está programado para salir a
destino por puertos del norte, por lo que la situación requiere de pronta
solución.
Consultado sobre el tema, el seremi de Agricultura (s)
Fernando Acosta, que es el titular de Indap Bío Bío, señaló que en esa
instancia no se había recibido reclamaciones de agricultores, empresas u
organizaciones de la Octava Región sobre el particular, y se excusó de mayores
comentarios, ya que desconocía la real magnitud del problema.
Durante esta jornada no hubo avances en las conversaciones
de los sindicatos portuarios con el sector privado, en las que el Gobierno está
colaborando como garante. También hacen sus buenos oficios Fedefruta y la
Sociedad Nacional de Agricultura, cuyo presidente, Patricio Crespo, llamó a los
privados a allanar un término del conflicto.
Fuente: ladiscusion.cl