Su característica de ser un funcionario eminentemente operativo lo acercó al actual Alcalde Gebrie, de similares condiciones, sin prever que el carácter incontrolable del Alcalde pondría en riesgo su estabilidad emocional.
Heriberto Sepúlveda, funcionario municipal no aceptó las disculpas del Alcalde y prefirió denunciar públicamente una situación que, que según él, se escapa de toda normativa. Los hechos ocurrieron el viernes y se trató, según la denuncia, de un incidente donde hubo una agresión verbal hacia el funcionario de grueso calibre.
Para nadie es un misterio que el carácter y la personalidad del Alcalde Gebrie lo ubica entre aquellas personas con las cuales, es más fácil tener una discusión que hablar pausadamente. Su irascible temperamento es casi tan extraño como la manera en que supera las diferencias.
Al interior de la Municipalidad ya se sabia de confrontaciones, ya que es difícil que alguien quede impávido frente al trato avasallador de Gebrie que, en el último tiempo, se ha acrecentado notoriamente.
La renuncia del chofer de la motoniveladora, la agresión verbal a Sepúlveda y la licencia, por una crisis de presión del chofer de retroexcavadora, tras una discusión, habla del ambiente que viven los funcionarios que están obligados a trabajar directamente con el edil Gebrie.
Heriberto Sepúlveda, tras 30 años cumpliendo diversas funciones, no imaginó que el sábado iba estar a punto de transarse a golpes con Gebrie, tras los insultos de grueso calibre que éste le gritó frente a varios testigos.
Ayer a las 8,30 Sepúlveda cumplió con el requisito de entregar un memorándum con su declaración en la oficina del Alcalde, quien horas después lo llamaría buscando anular tal denuncia, lo que no se logró y dio pie a una nueva discusión, esta vez por teléfono.
Durante la jornada funcionarios de distintas reparticiones y dirigentes le han manifestado su respaldo a Sepúlveda, en tanto Gebrie no se ha referido aún a esta situación que viene a complicar aún más los apurados trabajos en el parque- laguna Quirel.
Heriberto Sepúlveda, funcionario municipal no aceptó las disculpas del Alcalde y prefirió denunciar públicamente una situación que, que según él, se escapa de toda normativa. Los hechos ocurrieron el viernes y se trató, según la denuncia, de un incidente donde hubo una agresión verbal hacia el funcionario de grueso calibre.
Para nadie es un misterio que el carácter y la personalidad del Alcalde Gebrie lo ubica entre aquellas personas con las cuales, es más fácil tener una discusión que hablar pausadamente. Su irascible temperamento es casi tan extraño como la manera en que supera las diferencias.
Al interior de la Municipalidad ya se sabia de confrontaciones, ya que es difícil que alguien quede impávido frente al trato avasallador de Gebrie que, en el último tiempo, se ha acrecentado notoriamente.
La renuncia del chofer de la motoniveladora, la agresión verbal a Sepúlveda y la licencia, por una crisis de presión del chofer de retroexcavadora, tras una discusión, habla del ambiente que viven los funcionarios que están obligados a trabajar directamente con el edil Gebrie.
Heriberto Sepúlveda, tras 30 años cumpliendo diversas funciones, no imaginó que el sábado iba estar a punto de transarse a golpes con Gebrie, tras los insultos de grueso calibre que éste le gritó frente a varios testigos.
Ayer a las 8,30 Sepúlveda cumplió con el requisito de entregar un memorándum con su declaración en la oficina del Alcalde, quien horas después lo llamaría buscando anular tal denuncia, lo que no se logró y dio pie a una nueva discusión, esta vez por teléfono.
Durante la jornada funcionarios de distintas reparticiones y dirigentes le han manifestado su respaldo a Sepúlveda, en tanto Gebrie no se ha referido aún a esta situación que viene a complicar aún más los apurados trabajos en el parque- laguna Quirel.