Productores locales con asesoría de Indap, están dando un salto tecnológico interesante en este rubro.
La horticultura en la zona es un rubro poco explotado y con gran potencial, así lo ha señalado en múltiples ocasiones el seremi de Agricultura José Manuel Rebolledo, en los últimos años. Su argumento es que aquí sólo se consume un 8% de productos hortícolas producido en la región y el resto se trae del norte. Que la mano de obra agrícola en el norte ha llegado a sus momentos más críticos y que los suelos de Curicó al norte, muestran grados de contaminación creciente.
En este escenario Ñuble y Bío Bío con su clima y tierra, ofrece un buen campo para que los pequeños productores entren en forma competitiva a producir hortalizas, en especial las de hojas, señala el reconocido técnico José Carrasco Lagos, que estuvo la semana pasada en la zona capacitando a productores de Indap.
El especialistas señala que un núcleo productivo puede partir en dos hectáreas y media de riego, por lo que es una opción especial para pequeños agricultores (que según la definición de Indap, son lo que trabajan predios de menos de 12 hectáreas de riego básico y cuyos activos no superan las 3.500 UF).
Señala que en la zona hay mercados interesantes, como el mismo caso de Chillán y también Concepción. Afirma que el clima de la zona ha ido mejorando y que es mejor que Talca para las hortalizas. El tema de la sequía, al menos en estos momentos, tiene en situación crítica a la producción hortalicera del norte, lo que da una buena coyuntura para los productores locales.
Señala que llegó a apoyar a la consultora de Indap, Eloy San Martín, que está asesorando a los hortaliceros de Ñuble hace dos años y que se han visto avances notables. Manifiesta que cuando llegó no había riego por goteo en los predios que asisten y hoy ya hay más de 20 hectáreas en estas condiciones que están incursionando también en fertirrigación. “Es la clave para tener cantidad y calidad”.
Asegura que otros desafíos tecnológicos que deben asumir los productores de la zona si quieren competir, es el uso de plásticos y mallas, para la sanidad del cultivo y la utilización de menos pesticidas y herbicidas; aplicación de materias húmicas al suelo, ya que los horticultores modernos no dan descanso a los suelos. Otro desafío está en la calidad y variedad de semilla y la adquisición de plantines en viveros especializados.
A su juicio esta zona debe especializarse en producción de hortalizas de hojas, que cada vez están teniendo más demanda en el mercado. Un hortalicero, señala, busca dar vuelta el año con producción y “buscan quiebres rápidos. Es decir antes de cosechar el cilantro ya tienen claro lo que van a poner”.
A su juicio un hortalicero en Ñuble puede producir sin problemas, tres tipos de lechuga (largas, cortas y escarolas), cilantro, acelgas espinacas, achicoria y betarraga. Por demás está decir que es zona de tomates y se han introducido en el programa de Indap, sandías y melones que han mostrado buenos resultados.
Otro aporte del programa a la producción local han sido las básicas (ropollo, brócoli y coliflor), que dan buenos resultados económicos en la zona.
El técnico cree que perfectamente se podría cambiar la situación actual en que los camiones hortaliceros en Talca se cargan con la cabina hacia el sur.
La horticultura en la zona es un rubro poco explotado y con gran potencial, así lo ha señalado en múltiples ocasiones el seremi de Agricultura José Manuel Rebolledo, en los últimos años. Su argumento es que aquí sólo se consume un 8% de productos hortícolas producido en la región y el resto se trae del norte. Que la mano de obra agrícola en el norte ha llegado a sus momentos más críticos y que los suelos de Curicó al norte, muestran grados de contaminación creciente.
En este escenario Ñuble y Bío Bío con su clima y tierra, ofrece un buen campo para que los pequeños productores entren en forma competitiva a producir hortalizas, en especial las de hojas, señala el reconocido técnico José Carrasco Lagos, que estuvo la semana pasada en la zona capacitando a productores de Indap.
El especialistas señala que un núcleo productivo puede partir en dos hectáreas y media de riego, por lo que es una opción especial para pequeños agricultores (que según la definición de Indap, son lo que trabajan predios de menos de 12 hectáreas de riego básico y cuyos activos no superan las 3.500 UF).
Señala que en la zona hay mercados interesantes, como el mismo caso de Chillán y también Concepción. Afirma que el clima de la zona ha ido mejorando y que es mejor que Talca para las hortalizas. El tema de la sequía, al menos en estos momentos, tiene en situación crítica a la producción hortalicera del norte, lo que da una buena coyuntura para los productores locales.
Señala que llegó a apoyar a la consultora de Indap, Eloy San Martín, que está asesorando a los hortaliceros de Ñuble hace dos años y que se han visto avances notables. Manifiesta que cuando llegó no había riego por goteo en los predios que asisten y hoy ya hay más de 20 hectáreas en estas condiciones que están incursionando también en fertirrigación. “Es la clave para tener cantidad y calidad”.
Asegura que otros desafíos tecnológicos que deben asumir los productores de la zona si quieren competir, es el uso de plásticos y mallas, para la sanidad del cultivo y la utilización de menos pesticidas y herbicidas; aplicación de materias húmicas al suelo, ya que los horticultores modernos no dan descanso a los suelos. Otro desafío está en la calidad y variedad de semilla y la adquisición de plantines en viveros especializados.
A su juicio esta zona debe especializarse en producción de hortalizas de hojas, que cada vez están teniendo más demanda en el mercado. Un hortalicero, señala, busca dar vuelta el año con producción y “buscan quiebres rápidos. Es decir antes de cosechar el cilantro ya tienen claro lo que van a poner”.
A su juicio un hortalicero en Ñuble puede producir sin problemas, tres tipos de lechuga (largas, cortas y escarolas), cilantro, acelgas espinacas, achicoria y betarraga. Por demás está decir que es zona de tomates y se han introducido en el programa de Indap, sandías y melones que han mostrado buenos resultados.
Otro aporte del programa a la producción local han sido las básicas (ropollo, brócoli y coliflor), que dan buenos resultados económicos en la zona.
El técnico cree que perfectamente se podría cambiar la situación actual en que los camiones hortaliceros en Talca se cargan con la cabina hacia el sur.