Un grupo de agricultores de la provincia de Arauco está transformando la manera de cultivar. Gracias a nuevas técnicas y el apoyo técnico del INIA Quilamapu, han logrado aumentar sus rendimientos y mejorar su calidad de vida.
Nuevos Cultivos y Prácticas Agronómicas
Cristina Sanhueza y Raúl Fernández, propietarios de la microempresa rural Bajo Melirupo, han visto resultados notables. Con el apoyo del INIA Quilamapu, han implementado nuevos cultivos y prácticas agronómicas como el manejo de rastrojos y la preparación de suelos. Estas técnicas han incrementado sus rendimientos e ingresos de manera significativa.
El Proyecto FNDR
Este progreso es parte del proyecto FNDR “Transferencia tecnológica y extensión agropecuaria para productores de la provincia de Arauco”, financiado por el Gobierno Regional del Biobío. Desde su inicio en junio de 2022, el proyecto ha establecido cinco unidades de validación, incluyendo la de Bajo Melirupo.
Resultados Positivos
La primera siembra de legumbres y lupino en la zona alcanzó un rendimiento de 4.600 kilógramos por hectárea en su primer año. Otros cultivos, como la lechuga Bionda y los tomates Patriota y Colono, también han mostrado rendimientos impresionantes.
Prácticas Agroecológicas Innovadoras
El uso de biofertilizantes autogenerados, como bokashi y guano de corral, ha sido clave. Estos no solo aumentan los rendimientos, sino que también reducen los costos en agroquímicos y mejoran el balance medioambiental. Cristina Sanhueza destacó que estas prácticas han mejorado su economía y están motivados a seguir experimentando y aprendiendo.
Capacitación y Transferencia de Conocimientos
El predio de Bajo Melirupo se ha convertido en un modelo de transición hacia la agricultura sostenible. Se han organizado días de campo para compartir conocimientos y experiencias con otros agricultores, lo que ha acelerado la adopción de estas prácticas.
Conclusión
La historia de Cristina Sanhueza y Raúl Fernández es un ejemplo inspirador de cómo la innovación y el apoyo técnico pueden transformar la agricultura. Sus éxitos muestran que con la implementación de prácticas sostenibles, es posible mejorar los rendimientos y la calidad de vida de los agricultores.