Polinizadores maximizan el rendimiento de los cultivos


Hace algún tiempo se viene hablando sobre la polinización sostenible, pero de la teoría a la práctica aún hay una gran brecha. Un reciente estudio revela la importancia del monitoreo de los visitantes de flores, entregando pautas concretas y aplicables para el manejo sustentable de cultivos agrícolas.  

La polinización es el proceso a través del cual el polen viaja desde el estambre -órgano floral masculino- hasta el estigma -órgano floral femenino-, para que se produzca la fecundación de la flor y dar lugar a la producción de semillas y frutos. Los agentes polinizadores son, por lo tanto, fundamentales en este proceso, al transferir el polen de una flor a otra.

Los vectores de polinización pueden ser abióticos, como el agua o el viento, o bióticos, como aves, mamíferos e insectos. Estos últimos, especialmente las abejas, polillas, mariposas, moscas y escarabajos, tienen a su cargo la polinización de más del 80% de las especies de flores del mundo.

De este proceso, que pasa muchas veces inadvertido, depende la alimentación de7.800 millones de personas y hoy se encuentra en crisis. Esta no puede ser suplida sin una naturaleza sana, es decir diversa. Cuando se fragmenta el hábitat y se reduce la biodiversidad en y alrededor de los cultivos, se pierde el refugio natural de los polinizadores, lo que limita su actividad. Sumado al impacto de especies exóticas invasoras y al cambio climático, la pérdida de biodiversidad es una de las principales causantes de la crisis actual de polinización biótica que enfrentan los cultivos a nivel global.

Por esto, se torna necesario tomar acciones que cambien esta tendencia a la pérdida de biodiversidad y de polinización, por medio de la gestión sostenible de las áreas agrícolas, que consideren la conservación y recuperación de ecosistemas, restableciendo los vínculos sutiles de la polinización.

¿QUÉ SUCEDE EN LOS CAMPOS?

Según el “Panorama de la Agricultura Chilena 2019”, de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA), se estima que la superficie de frutales en Chile alcanza las 350.000 ha y la fruticultura representa un tercio del PIB del sector silvoagropecuario, el cual a su vez totaliza el 2,9% del PIB nacional. Entre los cultivos que son económicamente relevantes para Chile y en los que la polinización biótica es considerada esencial (Klein et al. 2007), están el arándano, el kiwi y el zapallo. Sin embargo, también es relevante para maximizar los rendimientos de otros cultivos económicamente importantes para Chile, tales como la almendra, el cerezo, la manzana, el palto, entre muchos otros. 

A pesar de la importancia crucial de la polinización biótica para muchos cultivos, los agricultores no suelen monitorear los niveles de polinización necesarios para la toma de decisiones en temas agrícolas. Además, se sabe que, aunque exista un gran número de abejas melíferas polinizando, la presencia de otros insectos polinizadores genera un beneficio adicional al de estas abejas, es decir, las abejas melíferas no reemplazan por completo a los polinizadores silvestres. Según el estudio “Croppollination managementneeds flower-visitormonitoring and target values” recientemente publicado en la revista Journal of AppliedEcology, las pocas recomendaciones de polinización que existen no logran predecir con precisión las necesidades reales de los cultivos. Sus autores, Lucas Garibaldi, Agustín Sáez, Marcelo Aizen, Thijs Fijen e Ignasi Bartomeus, argumentan que el manejo de la polinización debe basarse en medidas directas de la actividad de los polinizadores y describen un protocolo para el manejo mediante el seguimiento de las tasas de visita de flores.

El estudio proporciona  “valores objetivo” de tasas de visitas para maximizar el rendimiento de varios cultivos al considerar el número de visitas por flor necesarias para garantizar la fertilización óptima de los óvulos de una flor y cuaja de frutos. Por ejemplo, si las tasas de visitas están muy por debajo o por encima de estos valores objetivo, se deben tomar medidas correctivas.

La implementación de programas de monitoreo de flores puede mejorar no solo la gestión de cultivos en cuanto a su rendimiento y calidad, sino también limitar el uso de polinizadores exóticos manejados, reduciendo así su impacto sobre los hábitats nativos. 


EL MONITOREO DE VISITAS DE FLORES DE CULTIVO EN LA AGRICULTURA

Las prácticas agrícolas comúnmente involucran el monitoreo de los nutrientes del suelo para cuantificar la cantidad de fertilizante necesaria, o el uso de trampas para evaluar cuándo la abundancia de plagas excede ciertos umbrales de daño económico. Sin embargo, aunque la polinización biótica es importante para muchos cultivos, rara vez se monitorea. Los autores argumentan que, si bien se ha generado mayor conocimiento desde las ciencias, este no se ha traducido en el desarrollo de pautas de manejo específicas para monitorear los visitantes de las flores y determinar las tasas de visitas que, desde una perspectiva de polinización, maximicen el rendimiento de los cultivos. Generalmente los polinizadores como abejas y abejorros exóticos se introducen usando densidades basadas en criterios estandarizados que no consideran la abundancia de abejas nativas solitarias y otros insectos nativos.

Las visitas a las flores de los cultivos dependen del contexto externo, como el atractivo de la vegetación vecina y las interacciones con los polinizadores silvestres, por lo que los autores argumentan que el manejo de la polinización para cultivos dependientes de polinizadores debe basarse en mediciones directas de la actividad de los polinizadores y que esto se puede lograr monitoreando las tasas de visita de flores.

Las pautas que sugiere el estudio pueden aportar a reducir los impactos negativos de los polinizadores exóticos manejados, tanto en áreas de cultivo, como en áreas seminaturales o naturales, maximizando los beneficios para la agricultura y la biodiversidad que sostiene cualquier actividad productiva en los campos.

Monitorear visitas permite saber si los polinizadores son suficientes para no limitar el rendimiento y calidad de la producción. La Dra. Lorena Vieli, académica de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales de la Universidad de La Frontera y miembro del proyecto SURPASS-2, opina que “en algunos casos, los agricultores utilizan más polinizadores de lo que necesitan”, por ello espera que este estudio aporte información al respecto para evitar el uso excesivo de polinizadores exóticos en los cultivos, como la abeja melífera y el abejorro europeo. Esta última especie es particularmente preocupante dado que se ha asilvestrado y es actualmente una especie invasora y por tanto muy abundante en Chile generando importantes problemas ambientales, como la declinación y extinción local del abejorro nativo (Bombusdahlbomii) en varias zonas del centro y sur de Chile. 

“En general los agricultores no quieren correr riesgos respecto de sus rendimientos, y ante la duda la opción siempre es maximizar el número de colmenas de polinizadores manejados dependiendo de los costos que estas impliquen. Sin embargo, la diversidad de especies de polinizadores favorece la polinización incluso en presencia de abejas y abejorros. Los cultivos que dependen de polinización animal, deberían considerar también la diversidad de especies de polinizadores como un factor relevante, para potenciar los rendimientos y además favorecer la estabilidad de los altos rendimientos a lo largo de los años” añade la ecóloga.

Monitorear las visitas de polinizadores, puede hacerse por medio de transectos de conteos o tasas de visitas. Hoy existen herramientas tecnológicas como software que permiten medir las tasas de visitas en las flores de forma automática, o configuraciones automáticas de fotografías y videos o sensores electrónicos, lo que facilita la adopción de medidas de polinización en cultivos en tiempo real. Una vez que se obtienen las tasas de visita a las flores, es necesario compararlas con los valores objetivo para evaluar qué intervenciones se requieren.

Los autores presentan los valores objetivo de las tasas de visita para algunos cultivos dependientes de polinizadores; como manzana, arándano, frambuesa, frutilla, tomate, pepino, zapallo, sandía y kiwi estimando cantidades óptimas para asegurar la mejor cuaja de frutos.


A MAYOR DIVERSIDAD, MAYORES RENDIMIENTOS

Le evidencia científica indica que en general una mayor riqueza de especies de polinizadores en cultivos aumenta su potencial de rendimiento, debido a que diferentes especies manejan o manipulan las flores de manera diferente, visitan las flores en diferente frecuencia y en diferentes momentos del día, cambian el comportamiento de otras especies de polinizadores o aumentan la posibilidad de que haya un polinizador eficaz en la comunidad.

“No solo los polinizadores manejados son importantes para la polinización, hay decenas de otras especies que favorecen este proceso. Es importante saber que los polinizadores manejados no pueden reemplazar la diversa comunidad de polinizadores en los cultivos, ya que se ha observado que incluso en presencia de polinizadores manejados los rendimientos aumentan cuando la diversidad de polinizadores aumenta. Además, no conviene basar el manejo de la polinización solamente en una o dos especies de polinizadores manejados, ya que si se quiere evitar riesgos conviene tener redundancia y complementariedad de especies que realizan polinización. De esta manera, antes eventos inesperados la probabilidad de obtener suficiente polinización aumenta”, comenta Vieli.   


LA IMPORTANCIA DE LOS POLINIZADORES SILVESTRES

En la actualidad se pueden manejar pocas especies y la mayoría de los polinizadores son silvestres y nativos. Por lo tanto, para aumentar la diversidad de visitantes de flores, se deben mejorar los hábitats de los polinizadores silvestres. Una gestión que conduzca a ese objetivo es beneficiosa tanto para la actividad productiva como para el resto de la biodiversidad.

Esto generalmente involucra la planificación del paisaje y el aprovisionamiento de diversos recursos florales y de nidificación. Lo que se puede lograr, por ejemplo, mediante la mejora y conservación de hábitats naturales y seminaturales, la promoción de la diversidad del hábitat y la plantación de bandas florales y setos vivos. La polinización óptima de los cultivos necesita una gestión integrada de especies polinizadoras gestionadas de forma eficaz, conjuntamente con una mejora de los hábitats naturales o seminaturales para aumentar la riqueza o diversidad de polinizadores silvestres.


¿QUÉ VIENE AHORA?

Un próximo paso crítico es convertir los datos proporcionados por estudios actuales en una base de datos de acceso abierto de valores objetivo de visitas de flores. Además, como ya ha sucedido con el manejo integrado de plagas, pronto se desarrollarán modelos predictivos simples utilizando este tipo de datos y los extensionistas, empresas y cooperativas agrícolas los ofrecerán a los agricultores, lo que facilitará la interpretación de los datos y mejorará el manejo.

Para avanzar, sostiene Vieli“ es relevante incorporar la idea de que el manejo de la polinización es multifactorial. Es decir, por un lado, se debe utilizar polinizadores manejados a densidades adecuadas, en base a información respecto de las tasas de visitas florales. Por otro lado, se debe maximizar la diversidad de polinizadores, lo cual es posible cuidando su hábitat, ya sea en el entorno de los cultivos como dentro de estos. Además, el uso de químicos (pesticidas, fungicidas) debe minimizarse y sí es indispensable realizarse a horas de mínima actividad de polinizadores, lo más tarde posible”. 


El estudio publicado en el Journal of Applied Ecology, es liderado por académicos Lucas A. Garibaldi, Agustín Sáez, Marcelo Aizen, Thijs Fijen e Ignasi Bartomeus, de la Universidad Nacional de Río Negro y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de San Carlos de Bariloche, Argentina, la Universidad Nacional del Comahue, en San Carlos de Bariloche, la Universidad Wageningen, en Países Bajos y la Estación Biológica de Doñana, EBD-CSIC, Sevilla, España, respectivamente.

Tanto Sáez como Aizen son parte del proyecto SURPASS-2, una colaboración internacional entre Argentina, Brasil, Chile y el Reino Unido, que estudia polinizadores y servicios de polinización en América del Sur y que busca generar evidencia y conocimiento para promover servicios de polinización resilientes que redunden en un crecimiento económico sostenible, mejoren los rendimientos agrícolas a la vez que generen impactos positivos en el ambiente.


Cita del estudio: Garibaldi LA, Sáez A, Aizen MA, Fijen T, Bartomeus I. Crop pollination management needs flower-visitor monitoring and target values. J Appl Ecol.2020;57:664–670. https://doi.org/10.1111/1365-2664.13574


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