“En el ámbito humano, obviamente es doloroso cuando una persona que ha sido colega, parlamentario durante muchos años, militante de la UDI, enfrenta una situación difícil. Y no nos queda más que enviarle fuerza, y respetar las definiciones judiciales que tanto los tribunales como el propio Jaime Orpis definan hacer en el futuro”.
Esa es la declaración completa, de un total de 19 segundos, enviada por el presidente de la UDI, Javier Macaya, a los medios de comunicación.
Diecinueve segundos que develan la cloaca en la que estamos hasta el cuello. Un partido que posa de mano dura contra la delincuencia, trata a un delincuente condenado como una víctima que “enfrenta una situación difícil”, frente a la cual “no nos queda más que enviarle fuerza”.
¿Qué hizo Orpis?
Entre 2009 y 2013, siendo senador UDI, recibió un millonario sueldo mensual de Corpesca, el coloso pesquero del Grupo Angelini, “a cambio”, acredita el tribunal, “de favorecer los intereses de la empresa en su función de legislador a través de actos cometidos con infracción de los deberes de su cargo”. Corpesca pagó a Orpis más de $ 200 millones, ocultos con boletas de una red de testaferros, que destinó a gastos como pagar su membresía en el Club de Yates de Frutillar.
Mientras estuvo a sueldo de Corpesca, Orpis obedeció las instrucciones del gerente general de la pesquera, Francisco Mujica. El 12 de junio de 2009, Mujica envió a Orpis una presentación sobre las cuotas de captura del jurel. Presto, el empleado del mes de Corpesca copió el documento, puso su membrete y firma, y lo envió como si fuera propio a la Contraloría.
Tras lograr un dictamen favorable a la empresa, Orpis reenvió el fallo a Mujica. El sobornador contestó a su senador a sueldo con felicitaciones y nuevas órdenes: “Jaime, excelente el resultado, ahora afinemos con la SSP (Subsecretaría de Pesca) el camino más corto y seguro de obtener una cuota adicional de jurel”.
No satisfecho con su dieta parlamentaria y la mesada de Corpesca, Orpis buscó otra fuente ilegal de ingresos: entre 2009 y 2015, constata el fallo, “simuló la contratación de asesorías” a través de múltiples palos blancos, “finalizando estos en su peculio personal”. El fraude al Fisco sumó $ 120 millones.
La justicia declaró a Orpis culpable de dos delitos de cohecho, y lo condenó a 600 días de prisión y una multa del 50% de lo pagado por Corpesca. También, culpable de seis delitos de fraude al Fisco, por los que lo sentenció a cinco años y un día, y pagar el 5% de lo defraudado al Fisco.