LOCAL.- By Mario San Martin Agosto 15, 2018 A propósito de la tragedia ocurrida en Chiguayante, surgió de inmediato la preocupación por saber
de la situación de los hogares de adultos mayores que existente en esta ciudad.
Más de un centenar de sancarlinos de la tercera edad, autovalente y postrados, viven hoy en hogares y residencias de San Carlos, las que son supervisadas por el sector salud y el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), esporádicamente.
Si bien algunas son iniciativas particulares, otras responde a la figura de club o agrupación, lo que les permite obtener apoyo de entidades públicas.
Se trata del Hogar "San Juan Bautista", ubicado en la exescuela del sector rural San Camilo, cuya representante es María Álvarez; el hogar "Buen Pastor" ubicado en calle Ñuble esquina General Venegas, cuya representante es Geraldine Angermayer; el Hogar Padre Pío, ubicado en Puelma 657, representado por Fernando Labrín; el hogar "San Pablo" ubicado en Diego Portales 973 representado por Sylvia Godoy Aguayo; el hogar "Mis años felices", de independencia 1245 representado por María Parra y la residencial geriátrica, ubicada en General Venegas 520, representada por Victoria González.
Se estima que en estos seis establecimientos viven más de 100 abuelitos, damas y varones. La noche de este martes consultamos telefónicamente sobre la cantidad de residentes en cada establecimiento. San Juan Bautista: 21; Buen Pastor: 20; Padre Pio: no contesta; "San Pablo: 14; Mis años Felices (no contesta) y residencia geriátrica: 10 personas mayores.
Con la nueva provincia del Punilla, y dado que las direcciones provinciales de Salud y del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) tendrán oficinas en San Carlos, se cree que habrá una mayor cercanía que podría traducirse una supervisión más continua que asegure el servicio a los adultos mayores en estos recintos.
Si bien la tragedia de Chiguayante ha puesto de relieve las normas sanitarias y de salud, que deben cumplir estos establecimientos, creemos que es urgente que la autoridad haga cumplir en estos hogares para ancianos la ordenanza general de Urbanismo y Construcciones sobre la norma de resistencia al fuego F-60 a F-120, norma que, dicho sea de paso, no cumplía el hogar donde ocurrió la tragedia y que nos debe llevar a advertir nuestra realidad local.
El municipio de San Carlos que entregó en comodato la exescuela de San Camilo para que funcionara el Hogar "San Juan Bautista", podría entregarle otro recinto, de los cuales dispone, más cerca de la ciudad a este hogar, cuya economía se ve afectada seriamente por la distancia, 4 kilómetros, que al no haber locomoción colectiva se debe trasladar en taxi al personal y a los abuelitos al hospital y consultorios, entre otros desplazamientos.
Un porcentaje importante de los residentes en estos seis establecimientos, no reciben visitas ni tiene la preocupación de familiares, por lo que Salud y el Semana serían los únicos estamentos que podrían ser una contraparte efectiva a la hora de resguardar el cuidado de estos sancarlinos que hoy viven el ocaso de sus vidas en uno de estos recintos.