El plaguicida biológico se basa en una
metodología de crianza y liberación masiva de otro tipo de gusano
nativo, colectado en Lican Ray, Región de la Araucanía.
Desarrollar una alternativa biológica
que controle una de las plagas que afecta la producción de los
principales cultivos nacionales, la del gusano cortador Agrotis ípsilon,
es el objetivo de la investigación en la que trabajan los académicos de
la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile,
Gabriela Lankin y Erwin Aballay. La solución natural que proponen podría
controlar una plaga que afecta la producción de hortalizas, maíz y
otros.
El plaguicida biológico se basa en una
metodología de crianza y liberación masiva de otro tipo de gusano
nativo, colectado en Lican Ray, Región de la Araucanía. Estos tienen la
capacidad de alcanzar plagas en lugares de difícil acceso, cualidad que
los vuelve más efectivos que los insecticidas químicos.
"Es capaz de buscar al insecto plaga en
el suelo, atacarlo y matarlo en un lapso de hasta 48 horas, es más
efectivo, no contamina y no tiene las desventajas de un plaguicida
químico", comenta Gabriela Lankin, directora del proyecto de
investigación.
La académica sostiene que el uso de este
tipo de controladores biológicos contribuye a lograr una agricultura
más limpia y sustentable, sin impacto sobre el ecosistema y que evita
adquirir productos químicos de alto costo, que no logran resultados
óptimos y son altamente cuestionados.
La investigación adquiere mayor
relevancia al considerar que, en un ataque severo, los gusanos
cortadores podrían generar pérdidas de hasta el 80% en cultivos de
hortalizas o maíz. El proyecto ha sido financiado con fondos
concursables Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico,
Fondef, línea IDeA en dos etapas, y partió en enero de este año, por $
150 millones. Hoy, están en fase de ciencia aplicada y una vez terminada
la segunda etapa de investigación tecnológica, planean patentar el
bioinsecticida y venderlo a una empresa.
Fuente: Diario Financiero